De la espera a lo inmediatoSample

Seguir posicionándonos en el lugar correcto

En la historia que leímos los últimos días en Juan 5, el paralítico permaneció junto al estanque por años. Este hombre era inválido; necesitaba de otras personas que lo ayudaran, tanto para posicionarlo frente al estanque cada día como para introducirlo en el agua en el momento justo. Después de 38 años, seguía posicionándose en ese lugar día tras día, esperando que algún día pudiera ser sanado. No sabía cuándo, ni cómo llegaría su milagro, pero se posicionó para recibirlo.

En Lucas 19 leemos que, aunque Zaqueo era un hombre de baja estatura, al enterarse de que Jesús iba a pasar por la ciudad, no quiso perder la oportunidad de verlo. Podemos imaginar a Zaqueo en medio de la multitud, intentando ver a Jesús, saltando, empujando, buscando un espacio. Pero no se desanimó. Encontró un árbol y decidió subirse. Jesús se detuvo, porque él se había posicionado en el lugar correcto para ser visto por el Señor. Y fue ahí cuando le dijo: “Zaqueo, bájate de ahí, esta noche voy a cenar en tu casa”. No sabemos todo lo que sucedió durante esa comida, pero sí sabemos que su vida cambió por completo. Todo eso sucedió por haber decidido estar en el lugar correcto.

El lugar en el que hoy decidamos posicionarnos determinará lo que veremos en nuestra vida. No importa cuán larga sea la espera, debemos seguir posicionándonos, porque nunca sabemos cuándo pasaremos de la espera a lo inmediato.

Entonces, ¿cuál es ese lugar correcto donde podemos posicionarnos? La iglesia es un buen lugar. Es el lugar correcto para posicionar nuestro matrimonio, nuestra familia, nuestros sueños. Todo espacio donde está la presencia de Dios, es el lugar correcto.

¿Qué decisiones estás tomando hoy para posicionarte en el lugar correcto?

Oración: Señor, ayúdame a posicionar mi vida y mi familia en el lugar correcto. Que no me distraiga ni me aleje de ti. En el nombre de Jesús, Amén.