Músicos Conectados Al Sonido EternoSample

DIA 4

“Sonido de hijos y herederos”

No es lo mismo ir a la playa y pasártela sentado en una reposera día tras día, que levantarte de allí y disfrutar del agua, sumergirte, nadar, y compartir tiempo de calidad con tus compañeros de viaje, ya sean amigos o familiares. Como hijo amado de Dios, no estás confinado a permanecer en la reposera observando cómo los demás experimentan cosas nuevas, sino que tienes acceso a vivir aventuras en lo profundo del Espíritu, para ser protagonista de la experiencia auténtica que Él tiene para ti.

La herencia de los hijos es tener el carácter y el sonido del Padre, por eso cuando te determinas a vivir en comunión con Él, habitando en su casa, comienzas a sonar como Él, a cantar y a tocar con un sonido de eternidad que sólo se nutre en la intimidad.

Las horas que pasamos frente a una partitura no nos convierten en mejores adoradores, sino las horas que pasamos frente a Jesús lo hacen. Porque sólo el Hijo perfecto puede enseñarnos a ser hijos. Cuando anteponemos nuestra identidad de hijos a la de músicos, nuestra música adquiere el poder del Padre. Porque ya no seremos tan solo músicos que tocan, sino hijos que adoran utilizando la música. Cuando comprendes esto, eres libre de vivir buscando cómo caerle bien a Dios. Porque ves que, en realidad ¡ya le caes muy bien! Eres libre de la obligación de vivir haciendo cosas para Dios y para la iglesia como una carga pesada, porque al vivir bajo esta verdad, cada actividad que realices será una respuesta de tu ser a su amor. Y así cada ensayo, práctica y reunión en la que toques, ¡será disfrutable!

Qué sanador es vivir conscientes de que somos hijos amados, de que tenemos un Papá perfecto quien nos ama de una forma extravagante, incluso en nuestra más cruda imperfección. Que nos perdona cuantas veces nos equivoquemos, que nos espera, nos busca, nos cuida. Es un Papá que tiene pensamientos de bien para sus hijos, que se goza sobre ellos con alegría, que calla por amor, ¡y que también se regocija sobre ellos con canciones!

Sus planes son asombrosamente más satisfactorios que los nuestros. Cuando descubras esto, no podrás dejar de consultar paso a paso adónde Él quiera llevarte, porque ya no le encontrarás la gracia a realizar tus propios proyectos ¡sino que vivirás con la emoción constante de acoplarte a los suyos! Todo el tiempo tu pregunta y oración como heredero será: “¿Qué estás haciendo Papá? Lo que te vea hacer, eso quiero hacer. Adonde te vea moverte Jesús, ahí te sigo. Adonde soples, Espíritu Santo, ahí quiero estar para ser movido por tu viento”.

Hoy decide dejar la comodidad de la reposera y el lugar de espectador, para experimentar las aventuras más vertiginosas que te esperan en el océano del Espíritu. Hoy disponte a anteponer tu identidad de hijo a la de músico, y tu música estará llena del poder del Padre. Porque ya no serás tan sólo un músico que toca o canta, sino un hijo que adora con música de eternidad.