La Mujer Sabia Sabe: 20 Minutos Al Día Para Un Hogar Centrado en CristoSample

Orar con una amiga es poderoso

Primer paso: Comienza tu tiempo con el Señor orando por ti misma, por tu familia y por tu día. Por ejemplo: "Señor, ayúdame a mí y a mi familia a escuchar tu voz hoy. Abre nuestros ojos y ayúdanos a ver las cosas desde tu perspectiva. Ayúdanos a vivir una vida de amor. Espíritu Santo, háblame mientras leo el devocional de hoy. Muéstrame lo que necesito saber hoy. En el nombre de Jesús, amén".

Segundo paso: lee las Sagradas Escrituras y el devocional. Escribe en tu diario todo lo que te llame la atención.

Hace unos años, una querida amiga se me acercó con la idea de reunirnos para orar semanalmente por nosotras, por nuestras familias, nuestros esposos y quienes nos rodeaban. Las dos estábamos en medio de la crianza de nuestras familias más grandes que el promedio, a veces atravesando la vida a tientas y desesperadamente deseando salir del otro lado al menos media cuerdas. ¡Queríamos ver a nuestros hijos buscar la Verdad, conocer a Dios y amarlo con todo su corazón!

Necesitábamos esto desesperadamente, y así comenzó nuestra asociación en oración con otras madres apasionadas que se reunieron. Lloramos mientras confesamos y compartimos nuestros fracasos personales, nos volvimos transparentes de buena gana, presenciamos milagros y crecimos en unidad hasta que nos volvimos inseparables. ¡Sobre todo, oramos fervientemente! Éramos madres santas, clamando por más de Jesús en nuestras vidas, imponiéndonos las manos unas a otras y orando promesas de la Palabra de Dios con fe, en voz alta.

Fuimos testigas de tantos milagros que surgieron de este equipo de madres que oraban. Se necesita compromiso y vulnerabilidad, pero honestamente no sé dónde estaría hoy sin las oraciones de mis amigas. ¡Nos volvemos UNO con Jesús y con los demás cuando oramos juntas según la voluntad y la Palabra de Dios! Hasta el día de hoy, ¡estoy muy agradecida que mi amiga se haya acercado a mí para orar juntas!

Esto me lleva a preguntarte: ¿Tienes una amiga con la que orar? Si no, pídele a Dios que te dé alguien en quien confíes, con quien puedas compartir tus preocupaciones e inquietudes más profundas y que luego te ayude a encomendárselas a Dios. Mientras escribo, estoy orando para que encuentres a alguien que crea y haga oraciones llenas de fe en la Palabra que te lleven a un terreno más alto y más estable hasta que experimentes la victoria. ¡Esté dispuesta a dar un paso al frente! Sé amable y pregúntale si le gustaría vivir la vida “real” contigo. Sé lo aterrador que es ser vulnerable, pero te prometo que el regreso te libera y te libera de los miedos. ¡Tu vida nunca será la misma! Me atrevo a apostar que hay una madre ahí afuera que te está buscando en este mismo momento.

¡Dios te ama muchísimo! Él ya sabe lo que necesitas antes de que se lo pidas. Preséntale tu necesidad en oración y confía plenamente en Él.

Paso tres: Tómate cinco minutos para planificar tu día. Escribe seis cosas que te gustaría lograr hoy. ¡Pídele a Dios que te ayude! ¡Que tengas un excelente día!

Con amor,

Mari Jo Mast