SIMPLE: Regresando a La Esencia De La PascuaSample

La Resurrección: vida más allá de la muerte

“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” (Juan 11:25-26).

La vida del cristiano no termina con la muerte. La muerte, para quien ha puesto su fe en Cristo, es solo un paso más en el proceso de vivir: nacemos, crecemos, morimos y vivimos plenamente. Esa verdad ¡es una gran esperanza! Una esperanza que nos recuerda que quienes somos no caduca con nuestra muerte física, sino que la eternidad puesta por Dios en nuestros corazones (Eclesiastés 3:11), encuentra su plenitud con Cristo en los lugares celestiales (Efesios 2:6).

Esa esperanza de vida que se nos ha otorgado por gracia y que funge más allá de la muerte física, tiene un punto de origen: la resurrección de Jesucristo. La resurrección es el acto triunfal sobre la muerte misma, el elemento medular de nuestra fe, la que da sentido y esperanza al cristianismo. Es mediante ella que, el cristiano, “aunque esté muerto, vivirá”.

Jesús dijo: “Yo soy la resurrección y la vida”, y con esto no solo afirmó que la resurrección es el vencimiento de la muerte (victoria que todos los que creemos en Él experimentaremos [Filipenses 3:10-11]), sino que además, Él, al ser la resurrección misma, es el medio por el cual nuestras realidades y condiciones son transformadas, pasando de muerte a vida (Efesios 2), casi como una réplica de sus palabras en Juan 14:6, al decir “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida”.

De esta forma, Cristo es la vida más allá de la muerte, y es por medio de Él y del poder de la resurrección, que todos aquellos que hemos puestos los ojos en Jesús (Hebreos 12:2), gozaremos de la vida eterna prometida ante la cual la muerte ya no tendrá efecto alguno (1 Corintios 15:55-57). Cristo, es la primicia de la resurrección (1 Corintios 15:20), es la esperanza que no avergüenza (Romanos 5:1-11), es Señor sobre todas las cosas, es la imagen del Dios invisible triunfante e incorruptible, y nuestra garantía eterna de vida y salvación.

La vida del cristiano no termina con la muerte, porque Jesús dijo: “Todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?”.

Escrito por Daniel Josué Calvo Castro (Clase 2021 de Maestría en Divinidad).