Elevar - Subiendo los estándares de las conversaciones sobre el consentimiento Sample

¿Alguien te ha decepcionado? Quizá un amigo compartió uno de tus secretos, o alguien en tu vida se aprovechó de tu amistad. No importa cómo suceda, la realidad es que en algún momento la gente nos decepcionará. Y cuando lo hacen, podemos sentir que nos faltan el respeto, que no nos quieren y que no nos valoran.

Pero aquí se nos recuerda que Dios nunca nos decepciona. Eso no quita el dolor que aún sintamos por esas situaciones, pero podemos estar seguros de que Dios nunca nos hará daño, nunca romperá nuestra confianza y, lo que es más importante, nunca nos abandonará. La presencia de Dios sigue siendo la misma: inmutable e inquebrantable, sin importar nuestras circunstancias, y eso es algo que nunca decepcionará. Podemos contar con ello. Jesús vino a la Tierra en primer lugar para asegurarse de que conociéramos este mensaje: Dios está con nosotros.

Hoy, dedica un momento para recordar que aunque otras personas te defrauden, puedes estar seguro de que Dios nunca lo hará.