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Escrito por Abby, 17 años, de Tulsa, Oklahoma, EE. UU.

Sabemos que solamente Dios puede hacer muchas cosas asombrosas. Hemos visto los milagros que ha realizado, en testimonios a lo largo de la Biblia o en nuestras propias vidas. Sin embargo, dudamos a la hora de entregarle nuestra ansiedad y preocupación; ¿a qué crees que se deba? Personalmente, he pasado por mucha rotación de personal en mi iglesia, lo que conlleva muchos cambios. La única vez que me sentí tranquila con el cambio fue cuando oraba constantemente por la nueva persona que se integraría. Me recordaba a mí misma que Dios conoce nuestros planes y tiene en mente lo mejor para nosotros. Cuando cambié mi mentalidad por medio de la oración, se produjo un cambio drástico en mis niveles de ansiedad, ya que pude ver una verdadera señal del amor de Dios por mi iglesia. Dios ha demostrado su credibilidad al asumir la carga de la preocupación una y otra vez. A veces decidimos ignorar al autor de nuestras vidas, dedicando nuestro tiempo a preocuparnos por cómo escribiríamos el futuro. Pero ese no es nuestro trabajo. Es el de Dios. Deposita en Él tu preocupación por lo desconocido, por el futuro y por el cambio, porque Dios no tiene problemas con nosotros. Dios se encarga de nosotros.