Pedid, buscad y llamadSample

Buscad y hallareis

Un segundo nivel de oración es referido por la palabra “buscar”.

Buscar implica un esfuerzo de nuestra parte, tiene que ver con procurar, esforzarse, solicitar y tratar de obtener la bendición de Dios.

Ahora, no podemos buscar sin considerar el elemento tiempo. La búsqueda no es una acción simple; es un proceso, una serie de acciones que requieren tiempo y una maduración.

Jesús dice que hay áreas de la vida que requieren más que pedir; debe haber búsqueda. Muchas cosas están ocultas de nosotros, y la oración se convierte en una búsqueda, una exploración para resolver el misterio con el que nos enfrentamos. Así que, busquemos y hallaremos.

A veces esta es una búsqueda a tientas, un camino en el que crecemos y avanzamos a medida que buscamos. Y en el proceso crecemos, porque no es sólo importante el resultado que hallamos al final de la búsqueda, sino lo que aprendimos en el proceso. Esta búsqueda es más como un viaje, que un suceso o acción puntual y aislada.

Buscar es sinónimo de indagar e investigar. Y puede ser asociado con diligencia y constancia. La búsqueda requiere enfoque y perseverancia.

Por otra parte, esta búsqueda conlleva buscar con la actitud adecuada. “… me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón”. Jeremías 29:13

También implica buscar con sentido estratégico. No es una búsqueda a ciegas, sino una búsqueda con sentido de dirección y propósito. Lo que buscamos primero y ante todo lo demás es “el reino de Dios y su justicia” (Mateo 6:33). Buscamos conocer al “único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien [Él ha] enviado” (Juan 17:3). Es necesario, a la luz de las Escrituras, respetar la prioridad de buscar con prioridad a la persona de Dios, más que sus beneficios y bendiciones. Con Él viene las demás cosas.

Además, las Escrituras nos advierte que nos debemos buscar las cosas impuras del mundo.