El Amor tiene Nombreគំរូ

Luz del Mundo

Juan 8:12

¿Recuerdas la última vez que tuviste la oportunidad de ayudar a alguien desinteresadamente? Jesús vino a nosotros para sacarnos de las tinieblas a la luz y nos delegó esa misma responsabilidad para que pudiéramos compartir su Luz con los demás. Muchas veces no necesitamos irnos muy lejos para encontrar alguien con una necesidad, bien sea física o espiritual, basta con mirar nuestra propia familia.

La oscuridad del mundo actual impide al ser humano ver los buenos propósitos de Dios y discernir la realidad de su entorno, empujándolo hacia un camino de tropiezos y malas acciones donde  abundan problemáticas como la prostitución, la delincuencia, la mendicidad o la violencia intrafamiliar, entre otras. 

En este contexto Jesús la Luz del Mundo ha venido a iluminar toda ceguera física, emocional y espiritual, solo debemos aceptar Su luz, la cual nos dará vida, propósito y dirección. De esta manera podemos reflejar la Luz de Jesús a todos aquellos que la necesitan, rompiendo la indiferencia y haciendo que Él brille en todo lugar y en todo corazón.

Seamos buenos mensajeros y mostremos a todos que la Luz del mundo vino a traernos esperanza y una vida nueva. Demostremos a nuestro prójimo que Jesús está alumbrando desde nuestro interior, lo cual nos motiva a impactar la vida de otros, pues una ciudad asentada en lo alto de una montaña no puede ocultarse, así mismo es todo aquel a quien la luz de Cristo le alumbra. 

Recuerda

1. La luz de Jesús dispersa las tinieblas. Isaías 9:2
2. La luz de Jesús nos convierte en sus mensajeros. Juan 1:6-8

Hoy nuestra Luz del mundo nos muestra su amor en Mateo 5:16 “Del mismo modo, procuren ustedes que su luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo”.