Ayudar sin herir: La Biblia y los pobresMuestra

Por qué vino Jesús

Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. (Colosenses 1:19-20)

Piedad. En su libroLos últimos días, Charles Marsh describe su infancia como hijo de un pastor en Laurel, Mississippi, durante la década de 1960. Las tensiones raciales y la opresión eran agudas, con linchamientos y quemas de cruces en las noticias. El reverendo Marsh proclamó fielmente el evangelio. Y, aunque detestaba a los Caballeros Blancos del Ku Klux Klan, no consideraba que la obra del Señor incluyera pronunciamientos sobre la injusticia y la violencia raciales. Marsh dijo que eran cuestiones políticas “que no tenían nada que ver con la geografía espiritual del viaje del peregrinaje al paraíso”. Pero esta es una versión vacía y a medias del evangelio.

Reino. El evangelio no es una buena nueva de salvación personal ni un llamado a la piedad o santidad individual. Es una proclamación y un llamado a demostrar al mundo la obra del reino de Dios. Jesús vino a “reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz”. Su tarea es deshacer los efectos del pecado, “hasta donde se halle la maldición”. El pecado provocó la separación entre Dios y el hombre, y también rompió las relaciones de las personas entre sí, consigo mismas y con la creación. Cristo vino a sanar el impacto espiritual, social, físico y psicológico del pecado. Aunque todos los beneficios del reino son para aquellos que creen, su obra impacta todos los aspectos de su creación.

Reconciliación. Si la misión de Jesús era predicar las buenas nuevas del Reino en palabra y obra, entonces también esa es nuestra misión. Dios nos llama a ser embajadores de la reconciliación (2 Cor. 5:20), predicando el evangelio de palabra y obra. Somos llamados a hacer que la obra reconciliadora de Cristo influya en todos los efectos del pecado en los individuos y en los sistemas sociales. Buscamos una perspectiva del reino centrada en Cristo y plenamente enfocada en lo que implica aliviar la pobreza.

Jesús, danos la visión de tu Reino para nuestras vidas y para la vida de los pobres. Muéstranos los efectos profundos del pecado en la persona y la comunidad para ser embajadores de tu obra reconciliadora.