Ayudar sin herir: La Biblia y los pobresMuestra

De palabra y de hecho

Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. (1 Juan 3:18)

Estadísticas. El amor es tangible. Se puede ver y sentir. La pobreza también es tangible. Se puede ver y sentir mundialmente. En el mundo occidental, la pobreza a veces se limita a determinadas zonas de las ciudades o municipios rurales. Pero en gran parte del mundo, la pobreza material es más evidente. Los niños quedan huérfanos a causa de guerras, del sida y de enfermedades. Las familias carecen de agua potable y alimentos, las escuelas carecen de libros y pupitres, y las comunidades están dominadas por un pesimismo generado por la desesperanza. Mientras que el estadounidense promedio vive con más de 90 dólares al día, cerca de mil millones de personas viven con menos de 1 dólar al día, y 2.600 millones (40% de la población mundial) viven con menos de 2 dólares al día. ¿Qué hacemos con esa información?

Llamado. A los afectados por el mandato de servir a los pobres, Jesús les habla tierna pero enfáticamente: “Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad”. Dice que cuando vemos y ayudamos a los pobres, damos testimonio de su amor en nosotros. Las estadísticas y el discurso abstracto sobre “los pobres” deben llevarnos a actuar en un momento, lugar y situación determinados. Como dijo el autor de: Frederick Buechner “Jesús puede presentarse en nuestra vida de la manera más real e ineludible. No en un resplandor de luz sobrenatural, ni en medio de un sermón, ni en medio de algún tipo de ensueño religioso, sino... a la hora de cenar o en un paseo”. Jesús nos llama a abrir el corazón y a dar la vida por los pobres, aquellos pobres tan particulares, los que caminan por el camino a Kigali o los que comparten una comida en un refugio de indigentes, esos que tenemos enfrente.

Carga. Aunque la escala de la pobreza es inmensa, estás llamado a participar en la obra de Dios de servir a los pobres y oprimidos. Reconoce la provisión de Dios en tu vida y pídele que te revele cómo quiere que administres tus recursos (tiempo, talento y dinero) en nombre de los necesitados. Pídele que te revele cómo puedes actuar en tu comunidad y que te conceda sabiduría al hacerlo. Ver a los pobres es el comienzo de una respuesta. Velad y orad.

Padre, gracias por Tu abundante provisión para todas nuestras necesidades. Ayúdanos, desde nuestra abundancia, a saber responder sabiamente a los pobres entre nosotros. Llena nuestros corazones de compasión, para que podamos amar a aquellos a quienes Tú amas y dar testimonio de Tu obra en nuestros corazones y en el mundo. Amemos de palabra y de hecho.