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Rasgado: Confiar en Dios cuando permite que otros te lastimenSample

Rasgado: Confiar en Dios cuando permite que otros te lastimen

DAY 27 OF 30

En estos capítulos, tenemos una muestra increíble de lo que significa ser sanado y restaurado. José podría haberles vendido comida a sus hermanos y dejarlos ir a casa sin enfrentarlos. Sin embargo, su comprensión profunda de los propósitos de Dios a pesar de la agonía por la que pasó, y sus palabras y acciones, demostraron que el lino fino que vestía era más que físico. Su carácter también era lino fino.

Sus lágrimas eran de esperarse después de la historia que compartían, pero la evidencia de su perdón vino en forma de provisiones y bendiciones. Mostró amor y preocupación incluso por los sobrinos y sobrinas que nunca había conocido. Sabía que las familias de los hermanos dependían de que volvieran con comida, y se las dio... gratuitamente. Los envió de regreso a sus casas con abundancia para asegurar su supervivencia. José bendijo a sus enemigos y a quienes lo habían traicionado y herido.

Hay más y se pone mejor. Cuando los hermanos regresaron a Egipto por segunda vez, José no reveló su identidad de inmediato; sus emociones afloraron en llanto al ver a Benjamín.

Ahora venía la verdadera prueba para demostrar si sus hermanos habían aprendido la lección y cambiado sus corazones. Has leído los capítulos, sabes que José les preparó una comida y los trató amablemente. Con la hambruna en su segundo año, quién sabe cuánto tiempo los hermanos habían estado sin comer carne. José debe haber estado feliz de volver a comer con sus hermanos, aunque estuvieran sentados en mesas separadas.

Pero hay otras lecciones en estos versículos que trajeron nuevas enseñanzas para mí. José le ordenó a su mayordomo que llenara las bolsas de los hombres con tanta comida como pudieran llevar, que les devolviera su plata y que escondiera su copa, la de plata, en la bolsa de Benjamín. Luego envió al mayordomo a perseguir a los hermanos para ponerlos a prueba con el mismo escenario en el que habían fallado años antes.

Dada la oportunidad, ¿dejarían al nuevo hijo favorito atrás o harían lo correcto por Benjamín?

"El mayordomo revisó cada bolsa, comenzando con la del hermano mayor y terminando con la del menor. ¡Y encontró la copa en la bolsa de Benjamín! Al ver esto, los hermanos de José se rasgaron las vestiduras en señal de duelo y, luego de cargar sus asnos, volvieron a la ciudad...." (Génesis 44:12-13 NVI, énfasis mío)

¡Oh, cómo cambiaron las cosas! Los que rasgaron la túnica de José ahora se rasgan sus propias vestiduras y enfrentan la misma situación precaria que le impusieron a José hacía 22 años. Esta vez no eran culpables, pero estaban destinados a la esclavitud y a ser separados de sus propias familias en una tierra extranjera. Pero los hermanos no estaban dispuestos a hacerle lo mismo a su padre o a Benjamín.

Tal como le había prometido a su padre, Judá asumió toda la responsabilidad; aunque era inocente en este caso, le suplicó a José que lo tomara como esclavo en lugar de Benjamín. Judá vivió con las consecuencias de lo que le hizo a José durante demasiado tiempo. Vio cómo el dolor de su padre lo consumía y prefería renunciar a su libertad que repetir los pecados de su pasado. Esa muestra de remordimiento y arrepentimiento conmovió a José, y ya no pudo contener sus emociones ni su secreto.

En esos pocos minutos, 12 historias distintas definidas por ese momento en Dotán colisionaron en una reunión divinamente planificada que desafió todas sus expectativas. Triunfando sobre el dolor de su terrible experiencia, José abrazó y besó a cada hermano con perdón, compasión y bondad.

Pero no te pierdas la increíble narrativa de Dios y Su maestría para atar cabos sueltos:

"Además, a cada uno dio ropa nueva y a Benjamín entregó trescientas piezas de plata y cinco mudas de ropa." (Génesis 45:22, NVI, énfasis mío)

El que tuvo sus vestiduras rasgadas vistió a quienes se las rasgaron.

Cubrió el quebrantamiento de sus hermanos en un acto supremo de gracia. En el gesto práctico, pero simbólico, de darles ropa nueva, liberó a sus hermanos de sus identidades distorsionadas: culpables, desfavorecidos. En ese acto de misericordia allanó el camino para que caminaran bajo nuevas identidades: perdonados, amados, dignos, vestidos.

Como placas tectónicas en movimiento, los patrones perpetuados en su familia por generaciones comenzaron a cambiar sísmicamente. Los eventos en esa reunión fueron destellos del propósito redentor de Dios para transformar y moldear a las personas para que le amen y vivan en rectitud, y una despampanante demostración del poder del perdón.

La vida de José fue un presagio de Jesús varios cientos de años después. Algunas similitudes son que ambos fueron:

  • despojados de sus vestiduras
  • traicionados por los más cercanos a ellos
  • vendidos por unas pocas piezas de plata
  • acusados y encarcelados sin ser culpables
  • perdonadores de quienes los traicionaron
  • vestidos con lino fino (el cuerpo de Jesús para el entierro)

¡Qué maravilloso, qué inmerecido, qué poderoso! El Rey del Universo se sacrificó para redimir a quienes lo despojaron, ofreciendo una nueva identidad y vestimenta a todos los que aceptan Su regalo de gracia.

About this Plan

Rasgado: Confiar en Dios cuando permite que otros te lastimen

Usando la historia de José como base, Rasgado aborda la lucha por reconciliar el amor de Dios con el dolor. Si nos ama, ¿por qué permite que otros nos lastimen? Este plan nos enseña cómo volver a tener esperanza e intimidad con Dios a pesar del sufrimiento, cómo confiar en Sus planes y poder para redimir nuestras historias, tener éxito en la tierra de nuestro aflicción y olvidar, fructificar y perdonar. Es una adaptación del libro en inglés "Rasgado: Confiar en Dios cuando permite que otros te lastimen" de Karenlie Riddering.

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