Dios Está en ControlSample

Día 6: La Promesa de Caminos Rectos

“Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito" (Romanos 8:28 NVI).

Proverbios 3:6 termina con esta increíble promesa: “Él enderezará tus sendas”. No es un “tal vez”, “podría” o “si tienes suerte”. Él lo hará. Esto es una garantía. Cuando confías en Dios con todo tu corazón y lo reconoces en todos tus caminos, eso es lo que Él promete hacer.

Los caminos rectos de Dios no son necesariamente caminos fáciles.

La palabra "recto" implica alineación con los propósitos de Dios, más que facilidad de tránsito. Un camino recto es aquel que lleva al destino correcto, incluso si incluye cuestas, valles y giros inesperados en el camino. Cuando confiamos en que Dios dirija nuestros pasos, Él promete que nuestro viaje cumplirá sus buenos propósitos en nuestras vidas.

El camino recto de Dios puede llevarte por encima de montañas que te quitan el aliento, valles que parecen interminables y curvas que te toman completamente desprevenido. Pero cada paso, incluso el más difícil, te lleva exactamente a donde necesitas ir.

Queremos lo rápido, lo predecible, lo sin obstáculos. Pero Dios a menudo elige el proceso. Los israelitas podrían haber llegado a la Tierra Prometida en semanas, pero Dios los guió durante 40 años por el desierto. ¿Por qué? Porque necesitaban ser transformados de esclavos a un pueblo. El destino era el mismo, pero sus corazones aún no estaban listos.

Los caminos de Dios solo parecen rectos cuando los ves desde la perspectiva celestial. El camino de José parecía un completo desastre: traición, esclavitud, encarcelamiento. Pero cada "desvío" lo posicionó para su propósito. El camino de Ester la llevó a través de concursos de belleza e intrigas políticas para salvar a toda una nación. El camino de Pablo incluyó naufragios y encarcelamientos que se convirtieron en plataformas de lanzamiento para el evangelio.

Quizás estés viendo tu situación y pensando: "Este no puede ser el camino recto de Dios". Pero ¿y si lo fuera? ¿Y si cada giro, cada retraso y desvío, cada montaña y cada valle estuviera perfectamente alineado con los propósitos de Dios para tu vida?

Esta promesa lo cambia todo. Podemos planificar con sabiduría, pero entregar los resultados al Señor. Podemos enfrentar los reveses con esperanza, sabiendo que Él redime incluso nuestros errores. Nada hecho con fe es en vano. Cada acto de confianza, cada decisión de obedecer, cada paso de entrega, construye el camino recto que Él traza.

Aun cuando no veas progreso, incluso cuando sientas que das vueltas en círculo, Dios está obrando. Su tiempo es perfecto y sus propósitos prevalecerán.

Mi oración:

Dios fiel, gracias por tu promesa de enderezar mis caminos. Cuando no vea salida, recuérdame que Tú ves el final desde el principio. Dame la paciencia para confiar en tu tiempo y la valentía para caminar por fe. En el nombre de Jesús, amén. Preguntas para reflexionar:

1. ¿Dónde has notado que Dios enderezaba tus caminos, incluso cuando no lo entendías?

2. ¿Cómo puede esta promesa renovar tu esperanza ante los desafíos actuales?