En El Poder De DiosSample

Me propuse no saber cosa alguna… sino a Jesucristo

"Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado" (1 Corintios 2:2 RVR1960).

El centro del mensaje no es el predicador, es la cruz de Cristo.

Pablo revela su decisión intencional: enfocarse únicamente en Cristo crucificado. No es que desprecie otros temas, sino que sabe que todo el poder redentor, transformador y reconciliador de Dios se halla en la cruz (1 Corintios 1:18, Gálatas 6:14).

Pablo no estaba lleno de autoconfianza. Saber su necesidad y sus limitaciones lo hacía débil y temeroso. Sin embargo, eso lo mantuvo alejado de la tentación de apoyarse en sí mismo (inteligencia, habilidad, conocimiento), y dejar que la fuerza de Dios fluya. Pablo sabía que el trabajo del predicador es predicar; es la obra del Espíritu Santo demostrar y convencer.

La cruz no era un símbolo atractivo en la cultura grecorromana, sino de ignominia, escándalo y locura (1 Corintios 1:23). Sin embargo, para Pablo, era el corazón del Evangelio. En lugar de contemporizar y adaptarse a los gustos de la audiencia, se mantuvo fiel al núcleo del mensaje cristiano: Jesús crucificado y resucitado como Señor y Salvador.

Hoy, muchas veces corremos el riesgo de diluir el mensaje para hacerlo “más atractivo”, pero eso le quita su poder y eficacia. El mensaje de la cruz confronta el orgullo, desnuda el alma, desenmascara el pecado y llama al arrepentimiento. Esa es su fuerza: transforma desde dentro.

¿He hecho de Cristo crucificado el centro real de mi mensaje y vida, o lo he reemplazado por discursos cómodos?