Darlo TodoSample

Cuando damos, Dios multiplica.

Vemos en la historia que cuando Jesús le pregunta a Felipe “¿dónde podemos comprar pan para alimentar a toda esta gente?”, lo quiere hacer parte de algo que Jesús ya tenía planeado hacer, algo mucho más grande que las limitaciones humanas. A Jesús no le sorprende la respuesta de Felipe, porque a Jesús no le sorprenden nuestras respuestas, pero Jesús anhela que veamos que Él es la provisión a todo lo que necesitamos, que aun en medio de las necesidades o limitaciones, Dios obra en gran manera multiplicando lo que tengamos disponible, sin importar la cantidad.

La primera indicación de Jesús es “díganles a todos que se sienten”. La palabra “sentarse” viene del verbo griego “anapíptô” que significa “recostarse, me acuesto, me recuesto sobre el pecho de otra persona reclinada durante la cena”. Jesús los llama a todos a descansar sobre su pecho, así como Jesús mismo descansa en su Padre, ya que lo siguiente que hizo fue tomar los panes y los peces, mirar al cielo, y dar gracias a Dios por lo que tenía en sus manos.

Luego, a medida que los discípulos iban repartiendo la comida, esta se iba multiplicando hasta que todos quedaron saciados y sobraron doce canastas. Pero nada de esto hubiera sucedido si un niño no hubiera entregado en las manos de Jesús todo lo que tenía en ese momento, que humanamente era poco, confiando aun sin saber cómo Jesús haría algo maravilloso para saciar su hambre y la de multitudes. De esta manera fue partícipe de un gran milagro.

Oración

Padre, gracias por lo que has puesto en mis manos que tal vez he subestimado, gracias porque tú me quieres hacer parte de tu gran plan. Hoy te entrego lo que tengo y si aún no lo he visto, por favor, habla a mi vida y muéstrame qué es eso que tú me has entregado que es una semilla para que algo grande crezca y alimente a multitudes, no por mí sino porque lo que en mis manos no es mucho en ti lo es todo.

Aplicación

No subestimes lo que tienes en tus manos, lo que Dios ha puesto en ti, tus dones, habilidades y capacidad. Hoy piensa en eso que Dios te ha dado, y que ha puesto en tu corazón y en tus manos, entrégaselo a Dios, ponlo al servicio de los demás y descansa en que Dios obrará grandemente. Da gracias por los pequeños comienzos y también entrégaselos a Dios y ponlos al servicio de los demás creyendo en que Dios hace de lo pequeño algo grande, porque Dios multiplica lo que pones en Él.