Un Camino De Integridad: 5 Días Con Juan El BautistaSample

La integridad tiene su precio, pero la falta de ella cuesta mucho más.

La verdadera prueba de la integridad no está en los momentos fáciles, sino en aquellos donde mantener la verdad tiene un costo alto. Juan el bautista enfrentó este desafío cuando se encontró ante el poder de Herodes y no moderó su mensaje, ni suavizó la verdad para protegerse, por el contrario, mantuvo su integridad, aun cuando eso significaba enfrentar la ira de un rey.

La confrontación de Juan con Herodes revela la naturaleza radical de su auténtica integridad. No se trataba de predicar contra el pecado en general; Juan se atrevió a señalar específicamente la inmoralidad del rey: «No te es lícito» (Mt 14:4 NBLA), estas palabras, pronunciadas ante el poder máximo de su tiempo, demuestran que la verdadera integridad no conoce jerarquías cuando se trata de la verdad.

El costo de esta integridad fue alto: las cadenas de la prisión; sin embargo, Juan no se retractó de sus palabras ni buscó un compromiso cómodo. Él entendía que la integridad no es negociable, que la verdad no puede ser silenciada por miedo a las consecuencias. De manera que su postura nos desafía a examinar nuestras propias vidas: ¿Cuántas veces hemos guardado silencio ante la injusticia por temor a las repercusiones?

• Aprende: Reflexiona sobre las situaciones en tu vida donde el miedo te ha llevado a comprometer tu integridad y responde: ¿Qué verdades has callado por temor a las consecuencias?
• Vive: Identifica una situación actual donde necesites tomar una postura de integridad, aun cuando el precio a pagar sea costoso. Pídele fortaleza a Dios para mantener tu integridad.
• Lidera: Sé un ejemplo de integridad en tu esfera de influencia. Muestra a otros que la verdad y la justicia son más importantes que la aprobación humana.

Oración
Padre Celestial, dame el valor para mantener mi integridad aun frente al poder y la adversidad como Juan el bautista. Ayúdame a no comprometer la verdad por miedo a las consecuencias. Que mi vida sea un testimonio de integridad inquebrantable. En el nombre de Jesús, amén.