Más Que Un SentimientoSample

Tú Perteneces Aquí

A veces nos preguntamos: ¿Realmente pertenezco a Dios?

Es una pregunta justa, sobre todo cuando metemos la pata o no nos sentimos cerca de Él. Pero el Espíritu Santo lo deja claro: Eres suyo.

Romanos 8 dice que el Espíritu no nos hace esclavos del miedo. Nos hace hijos e hijas. Nos recuerda que pertenecemos a él, no porque nos lo hayamos ganado, sino porque Dios nos adoptó. Adopción significa seguridad, identidad y pleno acceso a la presencia del Padre.

Cuando Dios te adopta, te da un lugar en su familia para siempre. No tienes que ser perfecto para permanecer en su amor. Como un buen Padre, Dios te elige, lucha por ti, provee para ti y se queda contigo incluso cuando metes la pata.

El Espíritu habla a tu alma: Eres amado. Eres suyo. Estás en casa.

Tómate hoy un momento de tranquilidad. Siéntate, respira hondo y ora:

"Espíritu Santo, recuérdame que soy hijo de Dios".

Si la culpa o la inseguridad intentan colarse, di la verdad por encima de ellas: "Soy hijo de Dios".