Vencer la Mentalidad de Carencia y Abrazar la Bondad de Dios

Día 1: Reconociendo la Naturaleza Fugaz de la Bondad

Conforme vamos recorriendo la vida, podemos cruzarnos con momentos de pura bondad que nos hacen pararnos en seco y exhalar un suspiro de satisfacción. Ahora bien, muchas veces esos momentos resultan demasiado fugaces y nos quedamos con ganas de más o a la espera de que caiga el otro zapato. Es en esos momentos cuando nos acordamos de la naturaleza pasajera de la bondad en nuestras vidas.

Dedica un momento a ver este video, "Orange Juice" (jugo de naranja):

En la película vemos a nuestro protagonista contemplando un vaso de jugo de naranja en una cafetería. ¿Alguna vez te ha pasado? Lo pides, consciente de que no te lo van a rellenar, de modo que lo reservas hasta el final de la comida, teniendo mucho cuidado de no desperdiciar ni una gota, porque lo quieres saborear. A veces pasamos tanto tiempo reservando cosas buenas porque sabemos que son pasajeras por naturaleza. No saboreamos ni disfrutamos lo bueno porque nos da miedo perderlo.

Santiago nos invita a cambiar nuestra perspectiva del don al Dador del don. Lo cierto es que tenemos muy poco control sobre lo que nos llega y lo que nos abandona. Aun cuando la fuente de lo que vivimos sea buena y se deposite en objetos, personas o lugares, siempre hay una posibilidad de que el abandono de esa fuente nos haga cuestionarnos si la bondad está a nuestro alcance. De hecho, no siempre podemos esperar tener el don bueno, pero a lo que siempre tenemos acceso es al Dador bueno.

Sin embargo, cuando modificamos nuestra perspectiva en favor de la naturaleza bondadosa del Dador, aquel «que no se transforma como las sombras cambiantes», podemos recuperar la confianza con respecto a que el fin de una cosa buena no es permanente. Esto puede reorientarnos a tener la esperanza de que, si ya hemos experimentado la bondad antes, también podremos volver a experimentarla, ya que es una característica del Dador de lo bueno.

Reflexión: Dedica un instante a pensar en una experiencia de bondad que hayas tenido recientemente en tu vida. ¿Cómo te sentiste? ¿Esperabas que algo saliera mal? ¿Qué te dice esto sobre tu percepción de la bondad?

Oración: Dios Misericordioso, ayúdame a identificar y valorar la bondad en mi vida, aunque parezca pasajera. Enséñame a hallar la alegría en el presente y a depositar mi confianza en Tu bondad inquebrantable, consciente de que todo don bueno viene de Ti. Amén.

Por Betsy Sunny