Sentarse a La Mesa Con JesúsSample

Último día, y la pregunta que muchos nos hemos hecho, puede que como hijos de Dios deseemos estar a la mesa con Jesús, pero ¿acaso él quiere sentarse junto a nosotros?

Mi conclusión después de haber vivido con esta duda en el corazón fue que Dios no grita desde el cielo, él toca la puerta de tu casa y espera a que decidas. No sólo nosotros queremos sentarnos con Jesús; Él también quiere sentarse con nosotros. A veces pienso que soy yo quien lo busca con desesperación, pero en realidad Él es paciente, llama a la puerta con amor, esperando que le abramos. Si alguna vez has creído que Dios es lejano e inaccesible, te quiero decir que aún no lo conoces del todo, pues a lo largo de las Escrituras se presenta como un amigo cercano que desea compartir nuestra vida, nuestras luchas y alegrías, un compañero que no se cansa de esperar.

¿Estás dispuesto a abrir esa puerta, aunque sea un poco? Porque cuando lo hagas, la mesa se llenará de paz, de esperanza, y de la compañía más verdadera que puedas imaginar.

Apocalipsis 3:20 – La invitación "Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, cenaré con él y él conmigo." (NVI).

Juan 15:15 "Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes." (NVI).

Oración final

Señor, gracias porque me invitas a tu mesa sin importar quién soy o lo que he hecho. Gracias porque no me dejas solo en mis miedos y dudas. Ayúdame a abrir mi corazón para reconocerte y dejar que tu presencia transforme mi vida. Amén.

¿Qué miedos o problemas te están “nombrando” hoy? ¿Cómo cambia tu perspectiva saber que Jesús te llama hijo amado?

¿Hay algo en tu pasado qué crees que te aleja de Dios? ¿Qué te dice hoy la historia de Jesús en la casa de Leví?

¿Qué te impide abrir la puerta para que Jesús entre y se siente contigo? ¿Estás dispuesto a darle ese espacio?