Devocional Junio "Lámpara a mis pies"Sample

“Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse” (Daniel 1:8 RVR1960).

“Daniel propuso en su corazón no contaminarse...”. Qué versículo tan lleno de poder, de verdad y de vida. ¿Cuántas veces no justificamos nuestros pecados? Hablamos de las presiones que enfrentamos, de nuestras debilidades, del mal que nos rodea, de un momento donde nos descuidamos, incluso preferimos decir cosas como “la vida cristiana no es para mí” antes de tener la humildad de reconocer nuestras fallas.

Por eso este pasaje es tan poderoso, porque nos demuestra que el no contaminarnos es una determinación, una decisión personal e intransferible. No depende del contexto, o de las circunstancias, sino de lo que propongamos en nuestro corazón.

Daniel había presenciado con sus ojos la caída de su ciudad, había sido despojado de su familia, llevado a una tierra lejana y allá habían pasado tiempo presionándolo para que dejara sus creencias y adoptará las ideas de la nación donde estaba. Donde Daniel estaba nadie lo conocía, nadie lo juzgaría y todos pensarían que lo hacía solamente para su propia supervivencia.

Pero la fe y la convicción de Daniel estaba muy por encima de eso, Él había entendido que mantenerse fiel a Dios es mucho más importante que acomodarse o agradar los pensamientos del mundo.

Querido amigo, nadie te va a juzgar por las decisiones que has tomado, será el mismo Señor el que evalué lo que haces, pero si tienes que saber que SÍ es posible vivir en santidad, guardarse del mal y que depende principalmente de tu determinación. Nadie ni nada puede obligarte a fallarle al Señor.

Que la determinación de tu corazón por permanecer fiel sea mayor que la presión del mundo. Y que podamos levantar una generación como Daniel, que logró que todos se postrarán ante el Dios verdadero, y no una generación que viva arrodillada delante del pecado.

Eso no es libertad y Cristo nos llamó a ser libres.