Actitudes de un Matrimonio IndivisibleSample

Cambia la impaciencia por paciencia
La impaciencia es una actitud que nace del orgullo y está presente en todos los que fuimos engendrados por un hombre y una mujer. Nos volvemos impacientes cuando nuestra pareja no cumple nuestras expectativas, cuando no hace las cosas como nosotros, cuando repite errores que nos molestan o cuando simplemente no funciona a nuestra misma velocidad o con nuestra misma madurez.
Sin embargo, ser paciente significa reconocer queDios aún no ha terminado de perfeccionar a mi esposo(a), así como tampoco ha terminado de perfeccionarme a mí.
Nuestra impaciencia crea distancia, dejando en nuestro esposo(a) un sentimiento de frustración e insuficiencia.
Dios es paciente con nosotros
La paciencia es imprescindible en toda relación porque todos los seres humanos cometemos errores, y lo más común es que repitamos los mismos una y otra vez. Es parte de nuestra naturaleza caída, heredada desde Adán y Eva.
Por eso, Dios nos ofrece una nueva naturaleza al recibir la salvación en Cristo. Su Espíritu Santo mora en nosotros y, si le damos espacio, Su naturaleza divina comienza a manifestarse en nuestras vidas, transformándonos poco a poco. Aun así, Dios sabe que este es un proceso lento y progresivo, y por eso Él tiene paciencia con nosotros, a pesar de que fallamos tantas veces de la misma manera.
Cuando somos impacientes con nuestro esposo(a), hemos perdido de vista la enorme paciencia que Dios ha tenido con nosotros. Romanos 2:4 nos recuerda que la paciencia tiene más poder para transformar a una persona que la impaciencia.
Paciencia no es pasividad
Ser paciente no significa ignorar los problemas o tolerar conductas destructivas. La paciencia habla, confronta y corrige, pero lo hace con misericordia, sin dar el “castigo” que la otra persona podría merecer. Así es como Dios nos trata diariamente.
Por otro lado, hay imperfecciones menores de nuestro esposo(a) que no afectan el matrimonio ni la familia, más allá de nuestra propia incomodidad. En lugar de impacientarnos por estas cosas, recordemos que nosotros también tenemos hábitos que desesperan a nuestra pareja y que, al igual que nosotros, él o ella necesita gracia y paciencia.
Reflexión de hoy:
- ¿Cómo reaccionas cuando las cosas no salen como esperas?
- ¿Cuántos de los conflictos en tu matrimonio son provocados por tu impaciencia?
- ¿Cómo se relaciona tu impaciencia con tu orgullo?
Así como Dios es paciente con nosotros, tengamos paciencia con nuestro esposo(a), reconociendo que ambos estamos en un proceso de transformación.
About this Plan

A través de este devocional, descubrirán las actitudes que están generando división en su matrimonio y aprenderán cómo transformarlas en actitudes que fortalecen su unión.
More
Related Plans

Wisdom in the Word

Renew: To Transform, Be Transformed by God’s Mercy

Can I Trust the Bible?

Encounter: People Jesus Met, Then and Now

Enfolded: A Reflection on God’s Psalm 91 Promises

We Are Family

Family by Choice: God’s Heart for Family Beyond Biology

A Teen's Guide To: Victory in Christ

Why Trust the Bible?
