El Pentecostés Lo Cambió TodoSample

El Derramamiento

Diez días después de la ascensión de Jesús, los discípulos estaban juntos, orando y esperando la promesa del Espíritu Santo. Y entonces sucedió:

Hechos 2:2-4
"Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.”

Esto es lo que celebramos en Pentecostés: ¡el Espíritu Santo fue derramado sobre personas comunes, tal como lo habían anunciado los profetas siglos atrás!

La multitud que estaba fuera se asombró: ¿cómo era posible que oyeran a los discípulos hablar en sus propios idiomas? ¿No eran todos galileos? Algunos, sin embargo, se burlaban, diciendo que estaban borrachos. Entonces Pedro se levantó y habló con valentía:

Hechos 2:15-18
“Porque estos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día. Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán".

Las palabras de Pedro tocaron profundamente a las personas. ¡Tres mil se arrepintieron al instante! Fueron bautizados y también llenos del Espíritu Santo.

Se realizaron muchas señales y maravillas por el poder del Espíritu Santo (Hechos 2:43). Los discípulos sanaban a los enfermos, predicaban con valentía, expulsaban demonios y veían multitudes venir a la fe. El número de creyentes llenos del Espíritu crecía rápidamente. ¡Qué impacto!

Hechos 4:31
“Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios".

Ese poder no fue solo para ellos en aquel tiempo, ¡sino también para ti hoy! No importa quién eres, si hombre o mujer, joven o mayor, nuevo en la fe o con años caminando con el Señor, el Espíritu Santo desea obrar poderosamente a través de ti.

Mañana descubriremos cómo puedes caminar diariamente en el poder del Espíritu Santo.

Reflexión:
¿Cómo puedes tú, al igual que los discípulos, compartir con valentía el amor y el poder de Jesús en tu vida diaria?