La Mujer Sabia Sabe: 20 Minutos Al Día Para Un Hogar Centrado en CristoSample

Identificándose con Marta

Primer paso: Comienza tu tiempo con el Señor orando por ti misma, por tu familia y por tu día. Por ejemplo: “Señor, ayúdame a ser una humilde sierva de mi familia. Ayúdame a ser más positiva y alentadora, y a superar el día con Tu fuerza, y no tratando de hacerlo sola. Háblame al corazón mientras leo el devocional de hoy. En el nombre de Jesús, amén”.

Segundo paso (diez minutos): lee las Sagradas Escrituras y el devocional. Escribe en tu diario todo lo que te llame la atención.

Soy una madre muy ocupada. Tengo cinco hijos en crecimiento, desde jóvenes adultos hasta una niña de segundo grado que acaba de perder los dos dientes delanteros. Me mantengo ocupada sin parar con el manejo de una familia de siete, que incluye lavar la ropa, planificar las comidas, organizar las fiestas, hacer las compras, pagar las facturas y compartir el coche. Suena agotador, ¿no? Adivina qué: ¡me encanta todo! Supongo que me han condicionado a estar ocupada, pero también me encanta. Ser ama de casa es algo natural para mí. Me encanta planificar, preparar, lograr cosas y tacharlas de mi lista. ¿Hay alguien más como yo?

Ser ama de casa no se trata solamente de hacer de nuestro hogar un lugar hermoso para vivir o de tachar tareas de una lista; también se trata de nutrir y derramar en las vidas de aquellos que el Señor ha puesto a nuestro cuidado.

Hermana, la verdad es que el estar ocupada puede robarme las cosas MÁS importantes, como el tiempo con Jesús y crear recuerdos diarios especiales con mi familia.

Mi lucha no es hacer las cosas, sino bajar el ritmo para oler las rosas, por así decirlo. Mi problema es que una vez que mi plato está vacío, lo lleno con más cosas que hacer. ¡Soy Marta de pies a cabeza! La referencia a Marta en las Escrituras a menudo se reconoce como negativo. Es cierto que estaba demasiado ocupada preparándose para Jesús, que se perdió la oportunidad de sentarse a sus pies como su hermana María. Lamentablemente, sacrificó estar en la presencia del Señor al estar demasiada distraída sirviendo. Jesús, de hecho, la reprendió por no prestar atención a lo que era más importante. Esta Escritura definitivamente me convence, como debería.

La historia de Marta me ayuda a poner en perspectiva la importancia de pasar un tiempo tranquilo con el Señor.

Saber que es necesario programar un tiempo con mi Salvador primero pone esta prioridad en el tope de mi lista. No quiero perderme el dulce momento íntimo de conversar con Jesús en oración ni la gloria de adorarle sin tapujos. ¡El tiempo con Jesús me da energía! Leer la Palabra de Dios también me capacita. La ventaja es que Dios me ayuda a organizar mi día cuando se lo entrego y le pido que dirija mis pasos. También me da motivación para las cosas que aún no he hecho, así como la gestión del tiempo para hacer lo que aún es necesario. Hermana, ¡hacer tiempo para Jesús es MÁS importante!

Paso tres (cinco minutos): Tómate cinco minutos para planificar tu día. Escribe seis cosas que te gustaría lograr hoy. ¡Pídele a Dios que te ayude! ¡Que tengas un día maravilloso!

Con amor,

Rae-Ellen Sanders