Permiso ConcedidoSample

¿Alguna vez has pensado en las consecuencias de nuestra libertad? Sabemos que Jesús nos da libertad de nuestros hábitos antiguos, pensamientos, pecados y miedos. Sin embargo, esta libertad no significa que podamos hacer lo que queramos sin preocuparnos por las consecuencias.

Es fácil pensar: «Mira cuánta libertad tengo», y usar eso como excusa para no cambiar nuestro comportamiento o actitudes, o para no vivir alineados con lo que Dios nos ha llamado a hacer. Pedro nos recuerda que vivamos en nuestra libertad, pero asegurándonos de no escondernos detrás de ella. En lugar de usar la libertad como excusa, debemos emplearla para reflejar el amor de Jesús y servir a los demás.

Hoy, piensa en cómo estás usando tu libertad. ¿La has estado usando de manera egoísta? Pídele a Dios que te ayude a usar tu libertad para servirlo a él y a los demás.