Plenitud A Los Pies De JesúsSample

ENSEÑANZAS ACERCA DE LA VENGANZA Y DE AMAR A LOS ENEMIGOS

“Han oído la ley que dice que el castigo debe ser acorde a la gravedad del daño: “Ojo por ojo, y diente por diente”.

Pero yo digo: no resistas a la persona mala. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, ofrécele también la otra mejilla.

Si te demandan ante el tribunal y te quitan la camisa, dales también tu abrigo.

Si un soldado te exige que lleves su equipo por un kilómetro, llévalo dos.

Dales a los que te pidan y no des la espalda a quienes te pidan prestado” Mateo 5:38-42 NTV.

En este pasaje Jesús me pide que vaya en contra de mi naturaleza, de la defensa de mis derechos y bienes y que lo entregue todo por amor a Él. Es el extremo de la bondad y eso sólo es posible si el Señor mismo está en el corazón y es nuestra prioridad.

“Han oído la ley que dice: “Ama a tu prójimo” y odia a tu enemigo.

Pero yo digo: ¡ama a tus enemigos! ¡Ora por los que te persiguen!

De esa manera, estarás actuando como verdadero hijo de tu Padre que está en el cielo. Pues él da la luz de su sol tanto a los malos como a los buenos y envía la lluvia sobre los justos y los injustos por igual.

Si solo amas a quienes te aman, ¿qué recompensa hay por eso? Hasta los corruptos cobradores de impuestos hacen lo mismo.

Si eres amable solo con tus amigos, ¿en qué te diferencias de cualquier otro? Hasta los paganos hacen lo mismo.

Pero tú debes ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es perfecto” Mateo 5:43-48 NTV.

Una vez más Jesús señala una lectura correcta de la ley. Es una enseñanza práctica y directa, pero muy difícil de cumplir para el ser humano. El pedido del Maestro es que amemos a nuestros enemigos.

En mi vida tuve que aprender esta lección. Fui herido, juzgado y calumniado. En ese momento, en mi sabiduría, pensé que lo mejor era apartarme de esa persona y sólo darle el saludo. Consideré que esta era una manera espiritual de actuar y que traería paz a mi vida. ¡Pero estaba lejos de la verdad! En las noches me oprimían la oscuridad del dolor, la herida, la rabia, los malos pensamientos y deseos de que le fuera mal a ese individuo o de tomar venganza por lo que me hizo. Hasta que una madrugada el Espíritu Santo me despertó y me susurró: “¡Mira a Jesús! Él sí fue maltratado y abusado injustamente y aun así pudo decir: Padre perdónalos”.

Jesús nos dio el ejemplo de amar a nuestros enemigos y nos pide hacer lo mismo. ¡Él sabe lo que cuesta ejecutar su petición!

Volvamos al relato de mi experiencia. Ese día Dios me dijo: “Quiero que lo ames”. Entonces decidí, con acciones internas y externas, amar a quien me había herido. No ha sido fácil. ¡Hay días más difíciles que otros! Pero ahora experimento la paz y libertad que trae el amor.

Dios no sólo quiere que perdones a quien te hirió: ¡Quiere que lo ames! El Señor en Su Palabra nos enseña a pagar bien por mal:

“Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, bendigan a los que los maldicen, hagan bien a los que los odian, y oren por quienes los persiguen” Mateo 5:44 RVC.

“Ustedes, por el contrario, amen a sus enemigos, háganles bien y denles prestado sin esperar nada a cambio. Así tendrán una gran recompensa y serán hijos del Altísimo, porque él es bondadoso con los ingratos y malvados” Lucas 6:35 NVI.

“No se dejen vencer por el mal. Al contrario, triunfen sobre el mal haciendo el bien” Romanos 12:21 TLA.

La venganza trae enfermedad al cuerpo, alma y espíritu y únicamente le corresponde a Dios (Deuteronomio 32:35; Romanos 12:19). En cambio, el perdón aporta libertad completa.

Amemos y perdonemos, así como Dios lo ha hecho con nosotros:

“Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial.

Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre perdonará a ustedes las suyas” Mateo 6:14-15 NVI.

“Cuando estén orando, primero perdonen a todo aquel contra quien guarden rencor, para que su Padre que está en el cielo también les perdone a ustedes sus pecados” Marcos 11:25 NTV.

Te animo a que hoy decidas realizar acciones de amor que beneficien a quienes te hirieron. ¡Te aseguro que así vivirás una vida bienaventurada!

ORACIÓN

• Para que comprendamos que Dios sólo nos puede perdonar si nosotros primero perdonamos a quienes nos hicieron daño.
• Para que seamos cristianos que se caracterizan por amar y perdonar, como lo hace el Señor siempre.