Devocional Juvenil Experiencia de Adoración de 40 DíasSample

Creo que es la naturaleza humana enfocarnos demasiado en nuestras debilidades y fracasos. Hay un lugar para eso, por supuesto, porque siempre deberíamos tratar de mejorar. Pero muy a menudo, esas debilidades pueden convertirse en etiquetas y límites que nos impiden acceder al llamado de Dios.

Cuando olvidamos enfocarnos en la fuerza de Dios, nuestras debilidades adquieren demasiado poder sobre nosotros. Por eso esta oración sencilla: “Jesús, te necesito” es tan necesaria. Nos recuerda que nuestras limitaciones no tienen la última palabra. Dios sí.

¿Qué tan grandes son tus fracasos y limitaciones en tu mente? ¿Te están causando tanta vergüenza o miedo que te cuesta seguir adelante? ¿Alguna vez te sientes tan abrumado por tus debilidades que no puedes ver la fuerza de Dios? ¡He estado allí más veces de las que puedo recordar!

Tus mañanas con el Señor son un tiempo de preparación para recibir Su amor y valentía. El resto del día es una oportunidad para obedecerlo y seguirlo. Tú eres Sus manos y pies, y las tareas que Él te da siempre requerirán valor y audacia porque están más allá de tus habilidades naturales.

Recuerda que es Dios quien te llama a estas tareas, y Él es quien te ayuda a llevarlas a cabo. A medida que confías en Dios y permites que Él cubra tus necesidades, tus limitaciones se convierten en oportunidades para que Su fuerza brille.

Reflexiona

¿Cuáles de tus limitaciones o debilidades te preocupan más? ¿Cómo puedes entregarlas a Dios y recibir Su fuerza?