Devocional Juvenil Experiencia de Adoración de 40 DíasSample

¿Qué te preocupa hoy? ¿Qué ha captado tu atención? ¿En qué pensaste al acostarte y qué llenó tu mente cuando te despertaste?

Recuerda, tus primeros pensamientos en la mañana marcan el rumbo del resto de tu día. Me encanta el razonamiento detrás del mandato bíblico que leímos ayer: “Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque Él cuida de ustedes”.

Puedes confiarle tus preocupaciones a Dios porque Él te ama. A Él le importas, por lo que también le importan las cosas que te importan a ti. Por eso no tienes que caer en el miedo o la preocupación.

Antes de que la preocupación o el miedo se conviertan en una avalancha de negatividad, detente en cuanto sientas la primera inquietud. Cada mañana, convierte esos pensamientos negativos en oración. En lugar de dejar que la preocupación sea un arma del enemigo contra ti, deja que sea una señal para orar.

Es así de simple. Prácticamente hablando, si te despiertas con un pensamiento negativo o tóxico, ora: “Jesús, sé que te importan las cosas que me preocupan, así que te entrego _________. Lo dejo en Tus manos. Te entrego mis pensamientos y sentimientos ansiosos. Te entrego las situaciones y circunstancias”.

Deja que el Dios que cuida del universo cargue con las cosas que te pesan. Él quiere hacer eso por ti, ¡y lo hace mucho mejor que tú!

Reflexiona

¿Por qué crees que Dios quiere que le entregues tus preocupaciones? Saber que le importas, ¿cómo influye en tu confianza en Él?