21 Días Oración y Ayuno "Vivir en el Llamado"Sample

LO QUE DIGO, LO QUE HAGO

¿Alguna vez alguien te prometió algo y al final olvidaron su promesa? ¿Cómo te sentiste en ese momento? Seguramente, fue decepción y tristeza hacia esa persona. Cuando conoces a alguien, tu primera impresión de esa persona a menudo se basa en sus palabras, acciones o comportamiento. Así, puedes juzgar momentáneamente si esa persona es buena, finge ser buena (hipócrita) o es mala.

Las palabras y las acciones están siempre interconectadas. Cuando trabajas, se convierte en una prioridad. Dices "sí" a tu jefe para asumir la tarea que te han asignado y automáticamente te haces responsable de ella. Las palabras que salen de nuestra boca también deben estar alineadas con nuestras acciones. En nuestras palabras, es posible que en realidad tengamos miedo de decepcionar a los demás, o puede suceder a mitad de camino, de repente nos sintamos incapaces de hacer lo que hemos dicho.

Todo esto se puede evitar desde el principio al:
Primero, orar por la guía, sabiduría, fuerza y dirección de Dios en cómo hablamos y actuamos para que, al final, todo se alinee con su voluntad. Cuando experimentamos miedo, fatiga y desesperación, creemos que Dios nos fortalecerá cuando oremos por su ayuda (Mateo 11:28).

Segundo, dar gracias a Dios todos los días debido a su amor; podemos hacer todas las cosas con las habilidades que Él nos ha dado (1 Tesalonicenses 5:18). Al dar gracias, podemos realizar cada acción o acto con un sentido de responsabilidad y confianza porque Dios está presente en cada palabra y acción nuestra.

¿Siempre pones a Jesús en primer lugar en cada acción y palabra tuya? ¿Puedes hacerte responsable de lo que dices?


ORACIÓN
Señor, por favor, fortalécenos para que a través de cada acción nuestra, otros puedan ver y sentir que siempre confiamos en Ti, y que otros también sean bendecidos a través de nuestras vidas. Danos sabiduría para que podamos tener un corazón sabio. En el nombre del Señor Jesús, oramos. Amén.