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“Vístase de la Armadura de Dios” Vez tras vez la Biblia nos dice, “tened ánimo,” “no temas” y “fortaleceos en el Señor.” Pero, ¿cómo hacemos eso? De hecho, no son nuestras propias fuerzas. En Efesios 6 la Biblia nos enseña que todos los días debemos vestirnos de “toda la armadura de Dios.” Entonces hablemos de la armadura de Dios y veámosla con nuevos ojos. Cuando Pablo presenta la armadura de Dios nos exhorta a “fortalecernos en el Señor, y en el poder de su fuerza.” Además dice que necesitamos ponernos toda la armadura de Dios para que “podamos estar firmes contra… el diablo.” ¿Qué es la armadura de Dios y qué representa cada pieza? Bueno, tenemos el cinturón de la verdad, la coraza de justicia, el evangelio de la paz, el escudo de la fe, el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu. Cada una de estas piezas es poderosa, potente y necesaria para vivir una vida de victoria. Le animo a ponerse la armadura, a que ore por cada una de ellas y que las estudie con cuidado. Quiero animarlo a ver este pasaje familiar de una nueva forma, es decir viendo a Jesucristo como la armadura de Dios. Piense que Pablo nos anima a ponernos a Cristo todos los días. Ahora, pensemos en ello y gocemos. Cristo es la verdad. Cristo es nuestra justicia. Cristo es nuestra paz. ¡Es el Príncipe de Paz! Nosotros ponemos nuestra fe en Cristo. Cristo es nuestra salvación. Además, Cristo es la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. La Biblia llama a Cristo la “Palabra Viviente.” Cuando nos vestimos de Cristo somos poderosos y potentes, el Enemigo llega a temernos . Cuando nos movemos, respiramos y operamos desde Su poder, Su gloria, Su fuerza y Su Evangelio y nos vestimos con Su armadura—Su mismo ser—podemos conquistar nuestros temores y ser vencedores. La clave es hacerlo diariamente y recordar que no podemos hacer esto con nuestras propias fuerzas. Debemos vestirnos de Cristo y vivir bajo Su protección y seguir Su guía. Esta es la clave de la vida cristiana: vestirnos de Cristo y andar por el Espíritu.