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Escrito por Anna, 18 años de Shawnee, KS, EE. UU.    

¿Alguna vez haz cometido un error? Hoy temprano estaba haciendo galletas y mezclé el azúcar y la sal, lo que hizo que mi boca tuviera un sabor poco claro cuando tomé lo que se suponía que fuese el bocado “perfecto”. Al igual que cometí un error mientras cocinaba, todos cometemos errores a veces. 

La buena noticia es que gracias a Jesús podemos corregir las cosas malas, creando algo bueno a partir de errores y situaciones difíciles. De hecho, Pablo dice en Gálatas que si no nos damos por vencidos o nos rendimos, el bien que hacemos puede cosechar o producir algo grandioso. No te canses de hacer el bien o de seguir a Jesús porque puedes confiar en que Dios está trabajando a través de ti para mejorar el mundo.  

Durante el resto de esta semana, busca formas de hacer el bien a los que te rodean. Tal vez esto signifique hacerle un cumplido a alguien en la escuela, decirle a tus profesores lo mucho que los aprecias por todo lo que hacen, o hacer tu parte para ayudar en un proyecto de grupo. Si te equivocas una o varias veces, no pasa nada; pídele a Jesús que te ayude a volver al buen camino. Con Jesús de tu lado, ¡tú puedes hacerlo!