Guardianes Del EvangelioSample

¿Quién tiene la responsabilidad de evangelizar? La evangelización puede describirse sencillamente como la proclama de las buenas nuevas de Jesucristo en el poder del Espíritu. Hemos sido transformados por un mensaje, pero no es un mensaje que podamos guardarnos; por tanto, nos convertimos en sus mensajeros. Pero luego tenemos esta palabra evangelista que Pablo usa aquí con Timoteo. El término evangelista confunde a la gente. Si existen personas específicas llamadas evangelistas que deben —como el nombre lo sugiere— evangelizar, ¿esto quiere decir que el resto de la iglesia está exenta de llevar el evangelio al mundo? ¿La iglesia debería dejarle la evangelización a los «profesionales»? Existen solo tres usos de la palabra evangelista en la Biblia, todos en el Nuevo Testamento. El primero está ligado a una persona, Felipe el evangelista (Hech. 21:8), el segundo está incluido en una lista de dones ministeriales para la iglesia (Ef. 4:11), y el tercero está aquí en la segunda carta de Pablo a Timoteo. A partir de estas breves menciones en el NT, vemos que Dios verdaderamente levanta a algunos para que sean evangelistas, pero su tarea no es simplemente hacer evangelismo a favor de todos los demás. Pueden poseer un don específico por la gracia de Dios que se presta a ganar efectivamente gente para Cristo, pero también tienen la responsabilidad de estimular y equipar a la iglesia para su preocupación principal: revelar la gloria de Dios al mundo. La evangelización es tarea de todo cristiano. En el primer capítulo de esta carta, Pablo se llama a sí mismo heraldo (NVI) del evangelio. Esta no es una palabra que usemos mucho hoy, pero sirve de ayuda cuando pensamos en la tarea delante de todos los creyentes. Ser heraldo significa anunciar, ser un mensajero. El salmista nos recuerda que la maravilla de la creación anuncia la gloria de nuestro Dios (Sal. 19:1-2). Pero la maravilla de que cada uno de nosotros seamos nuevas criaturas a través del poder del evangelio puede traer un anuncio aún más claro de la gloria de Dios mediante nuestras vidas y nuestras bocas. Por cierto, algunos han sido llamados a ser predicadores y tienen los dones adecuados para ese llamado. Pero todos somos llamados y tenemos el poder para ser testigos del evangelio y para darlo a conocer (Mat. 28:16-20; Hech. 1:8). Lo hacemos mediante: La proclama: cada vez que explicamos quién es Jesús La demostración: cada vez que somos ejemplo de quién es Jesús La invitación: cada vez que la gente se siente atraída a nuestras vidas cuando exhibimos el carácter de Jesús y es atraída a Su reino cuando lo explicamos y ofrecemos una invitación verbal para aceptar a Jesús como Señor. En Avance, guiamos a personas de un abanico tan amplio de trasfondos y habilidades como puedas imaginar. El hilo común entre todas es que se han tomado en serio la realidad del evangelio a través del cual tienen fe en Jesucristo y la identidad que viene como consecuencia de confiar en Él: ser testigos a todo el mundo de Su verdad y amor en palabras y en hechos. Para hacer la obra de un evangelista. Promover el evangelio: únete al movimiento Avance procura estimular el don del evangelista en la Iglesia, pero también ayuda a todos los creyentes a entrar en la plenitud de lo que significa ser embajadores del reino de Dios en este mundo a través de la evangelización. A través de los grupos Avance, todos nos comprometemos a ir al mundo para la gloria de Dios, pero también a equipar y alentar a la Iglesia a la evangelización de toda manera que podamos. Avance es para todo el que desee comunicar el evangelio con claridad , que tenga fe en que el evangelio es el poder de Dios para salvación y que anhele tener la oportunidad de invitar a la gente a entrar en una relación con Jesucristo.