Motivación más movilización es igual a multiplicaciónSample

## La vida de Cristo debe contagiarse El imperio supo que eran una plaga e implementaron la estrategia con la cual se ataca una pandemia. ¿Sabe qué sucede cuando se detecta un virus? Al que está infectado es puesto en cuarentena, hasta que quede libre del virus. Mientras estaban dispersos llevando la fe, había contagio y era imposible detenerlo, por eso quisieron encerrarlos y dieron templos donde pudieran cantar y lograron el objetivo, desde entonces la iglesia dejó de ser pandémica y ahora es anémica, no tiene vida ni contagia, no tenemos ninguna influencia. ¿Qué paso? ¿Qué se nos sustrajo de adentro? Si la vida de Cristo produce vida, aquello que tengo se manifiesta, algo nos pasó, dejamos de ser esa presencia influyente y transformadora, que generaba con su forma de ser, hacer y vivir, la realidad de Cristo. Es tiempo que el Espíritu Santo vuelva a infectarnos de esa pasión, gracia y compromiso, que en todas partes al que tocamos con el solo saludo, sienta que hay algo en mí que es diferente, pero el primero que tiene que estar convencido de esta realidad soy yo. Soy diferente y marco una diferencia donde esté. Cuando la vida tiene presencia, transmite su calor. La iglesia se encerró, empezó a hacer cultos, a celebrar y cantar, se olvidó de las naciones, está feliz con su viaje al cielo. La perspectiva y la mentalidad que tengas de la misión, determinan tu motivación y movilización. Pasamos de ser una iglesia militante, agresiva, con mentalidad de embajadores, soldados de Cristo y prisioneros de esta causa, a ser personas egoístas encerradas en su propia felicidad. La comparación es, ¿caminamos con mentalidad de crucero o de barco de guerra? Todos tenemos mentalidad de crucero y placer. De esa manera abordamos la fe y la misión. Este paradigma se tiene que romper en la iglesia, porque a menos que recobremos nuestra genética, no vamos a encarar la misión con un sentido de soldados, embajadores y guerreros como Dios define, discípulos comprometidos, no creyentes distraídos con la bendición. ¿Cómo se llama a las personas que van en un crucero? Pasajeros, turistas o clientes, ellos compraron la entrada a un crucero. A los que van en un barco de guerra, no les dice «por favor pasajeros», sino, ¡tripulación, lista! Tienen esa mentalidad desde el capitán hasta el último marino, saben que están allí para cumplir una tarea. El diseño, estructura y lo que está dentro del barco, está determinado por la misión que tiene. Si es un crucero ¿qué tiene adentro? Piscina, restaurantes, diversión de toda clase, sala de juegos, casino, suite de primera y segunda clase; diseñado para que las personas se sientan cómodas. En el barco de guerra, dicen usted a la caldera o cocina, todos saben el lugar donde tienen que estar, no encuentra placer, sino que van a servir.