Una Navidad ExtraordinariaMuestra

Una zarza ardiente y un fuego consumidor
Por Danny Saavedra
“Estando allí, el ángel del Señor se le apareció entre las llamas de una zarza ardiente. Moisés notó que la zarza estaba envuelta en llamas, pero que no se consumía, así que pensó: «¡Qué increíble! Voy a ver por qué no se consume la zarza». Cuando el Señor vio que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: —¡Moisés, Moisés! —Aquí estoy —respondió.’”—Éxodo 3:2–4 (NVI)
Si alguna vez has sentido que tu vida ha sido dejada de lado, olvidada o que estás en un ciclo sin fin, vas a entender a Moisés. Cuando lo encontramos en Éxodo 3, no está guiando a nadie; está cuidando ovejas en el desierto. Antes fue un príncipe de Egipto, ahora es un fugitivo con cuarenta años de silencio a sus espaldas. Cada amanecer era igual y cada atardecer traía la misma pregunta ardiente: ¿Perdí mi propósito?
Pero un día, en medio de la nada, Dios apareció. Moisés vio una zarza en llamas que no se consumía, y cuando fue a investigar, Dios lo llamó por su nombre. “¡Moisés! ¡Moisés!” El mismo suelo que había pisado durante años se volvió tierra santa. La presencia de Dios transformó ese desierto de vagar y perderse en un pasto lleno de propósito.
¡Eso es lo que hace la presencia de Dios! Él no solo llena un lugar, llena a las personas. La voz de Dios no sólo resonó desde las llamas; hizo eco en el alma de Moisés y encendió algo dentro de él mientras lo ordinario se volvía sagrado. Los años que parecían desperdiciados o insignificantes de repente cobraron sentido a la luz del plan redentor de Dios.
Siglos después, ese mismo fuego santo apareció de nuevo—no en una zarza, sino en un bebé. La Luz del mundo nació, y un establo común se volvió tierra santa, porque igual que con Jacob y la zarza ardiente, “el Señor está en este lugar.”
La Palabra se hizo carne para que los que andan en oscuridad puedan ver la luz, para que los perdidos encuentren vida y los quebrantados encuentren un lugar donde pertenecer. El mismo Dios que llamó a Moisés por su nombre ahora nos llama a nosotros a través de Su Hijo, ofreciendo verdadero propósito, esperanza y un futuro a todos los que lo reciban y crean en Su nombre.
Y cuando creemos en Él, esa presencia que ardió en el desierto y que iluminó el cielo en Belén arde dentro de nosotros y brilla a través de nosotros. Hechos 2:1–4 (NVI) dice: "Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, vino del cielo un ruido como el de una violenta ráfaga de viento y llenó toda la casa donde estaban reunidos. Aparecieron entonces unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse."
El fuego que cayó sobre el mundo, el Espíritu Santo de Dios que vive en nosotros cuando le entregamos nuestra vida a Jesús, nos habla y nos da propósito, poder, paz y esperanza, igual que hizo en la zarza ardiente con Moisés. Y por el Espíritu en nosotros, donde sea que vayamos—cada pasillo, cada casa, cada lugar de dolor—es tierra santa para que el Señor cumpla Sus buenos y perfectos propósitos en el mundo.
Ponlo en Práctica – Estudio
¡La Palabra de Dios está viva y activa! Estudiar la Palabra de Dios es diferente a meditar en ella porque implica hacer observaciones, hacer preguntas y pensar en cómo aplicarla en la vida real. Cuando estudias la Palabra de Dios, ya sea solo o en comunidad, el Espíritu Santo la usará para instruirte, animarte, convencerte y guiarte. Hoy, lee Hebreos 11:24-28 para aprender más sobre la fe de Moisés.
Para la Familia
Idea Principal: La presencia de Dios nos da propósito y convierte los momentos ordinarios en tierra santa.
Pregunten Juntos:
- ¿Cómo podemos darnos cuenta cuando Dios está con nosotros en momentos comunes, como en la escuela o en casa?
- ¿Cuál es una forma en la que puedes mostrar el amor de Dios y convertir un momento común en “tierra santa” hoy?
Oración
Padre Celestial, gracias por llamar a Moisés por su nombre y por llamarme a mí también. Gracias por acercarte en Jesús y llenarme con Tu Espíritu. Haz que cada paso que dé sea tierra santa para Tu propósito. Arde en mí con Tu presencia y brilla a través de mí para Tu gloria. En el nombre de Jesús. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan

Este devocional navideño de 25 días te invita a un viaje desde la esperanza hasta el Mesías, mientras dejamos que la verdadera historia de la llegada de Cristo transforme nuestros corazones. Cada día haremos una pausa, leeremos las Escrituras, reflexionaremos a la luz del evangelio y nos prepararemos no solo para una celebración, sino para el Dios extraordinario que lo cambia todo.
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Nos gustaría agradecer a Calvary Chapel Ft. Lauderdale por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: resources.calvaryftl.org/espanol
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