Una Navidad ExtraordinariaMuestra

Golpea la Roca y Saldrá Agua
Por Danny Saavedra
“que yo estaré esperándote junto a la roca que está en Horeb. Dale un golpe a la roca, y de ella brotará agua para que beba el pueblo. Así lo hizo Moisés, a la vista de los jefes de Israel.”—Éxodo 17:6 (NVI)
Pasó otra vez. La gente tenía sed, estaba inquieta y lista para rebelarse. Discutieron con Moisés, exigiendo agua y cuestionando la presencia de Dios: “¿Está o no está el Señor entre nosotros?” (Éxodo 17:7 NVI). Habían visto Su poder en el Mar Rojo y probado Su provisión en el maná, pero aun así su fe se evaporó bajo el calor del desierto.
Moisés, cansado y abrumado, hizo lo que todo líder y creyente debe aprender a hacer: clamar a Dios. Rodeado de millones de personas enojadas y desesperadas, preguntó: “¿Qué voy a hacer con esta gente?” (Éxodo 17:4 NVI). Y el Señor respondió con una orden extraña pero sagrada. Le dijo a Moisés que tomara el mismo bastón que golpeó el Nilo, se parara delante de los ancianos y golpeara una roca.
Esa orden no tenía sentido. ¿Cómo golpear una roca iba a calmar la sed de toda una nación? Pero Moisés obedeció, y cuando su bastón golpeó la piedra, el agua brotó, trayendo vida al desierto. Dios convirtió un lugar duro y sin vida en una fuente de misericordia.
En ese momento, Moisés se paró como representante de Israel delante de Dios, golpeando la roca en nombre de ellos. El juicio y la misericordia se encontraron. La vara que simboliza la autoridad divina—que una vez se levantó en las plagas y otra vez en la liberación—ahora cayó sobre la roca, y la vida brotó.
¿Lo ves? ¿Ves la increíble imagen profética de algo mucho más grande? Casi 1,500 años después, la verdadera Roca de nuestra salvación (Daniel 2:24–45; Isaías 26:4), Jesucristo, el Hijo de Dios, apareció. Y Él se pondría delante de Su pueblo una vez más. Esta vez no fue en el monte Horeb, sino en el Calvario. Allí, la vara del juicio no cayó sobre Israel, sino sobre el mismo Cristo. La Roca de los Siglos fue golpeada, traspasada y herida por nuestras transgresiones para que, por Su sangre, agua viva fluya para todos los que creen. Como relata Juan, cuando el soldado traspasó el costado de Jesús, “salió sangre y agua” (Juan 19:34 RVR). De Su muerte vino nuestra vida.
Y así como el golpe de Moisés trajo agua para sostener a los israelitas, Jesús ofrece agua que nunca se acaba. En Su conversación con la mujer samaritana en el pozo, Él dice: “Si supieras lo que Dios puede dar y conocieras al que te está pidiendo agua, contestó Jesús, tú le habrías pedido a él y él te habría dado agua viva. . . El que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.” (Juan 4:10–14 NVI).
Esa es la invitación de la Navidad: venir y adorar a la Roca de los siglos, la Roca que 33 años después sería golpeada. Ven y bebe profundamente de Su gracia, y recuerda que porque Él tuvo sed en la cruz, tú nunca más la tendrás. Su Espíritu ahora vive dentro de ti... un pozo que nunca se seca. Así que, cuando tu alma se sienta seca y te preguntes, “¿Está el Señor entre nosotros o no?”, recuerda la Roca.
Ponlo en Práctica: Ora
Orar es hablar con Dios. Puedes orar en cualquier lugar, ya sea en el coche, en tu cuarto o caminando en el súper. Puedes orar solo en silencio o con otras personas. Puedes orar en voz alta a Dios o escribir tus oraciones. Puedes arrodillarte, sentarte, caminar, lo que sea, y Dios estará ahí para escucharte y hablar contigo. Hoy, practica la oración diciendo: “Señor, tengo sed de ti.” Luego, pasa 5 minutos en silencio y expresa tu gratitud a Dios.
Para la Familia
Idea Principal: Jesús, el Agua Viva, fue golpeado para que podamos estar satisfechos para siempre.
Pregunten Juntos:
- ¿Qué crees que significa que Jesús es nuestra “Agua Viva”?
- Cuando te sientas triste, cansado o preocupado, ¿cómo puedes pedirle a Jesús que llene tu corazón y te ayude a sentirte fuerte otra vez?
Oración
Jesús, Tú eres la Roca de los Siglos que fue golpeada por mí. Tú recibiste el golpe que yo merecía y derramaste vida donde solo había muerte. Gracias por saciar mi sed más profunda con Tu presencia y gracia. Ayúdame a venir a Ti cada día, a beber profundamente y a mostrarle a otros la fuente que nunca se seca. En Tu precioso y hermoso nombre, Jesús. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan

Este devocional navideño de 25 días te invita a un viaje desde la esperanza hasta el Mesías, mientras dejamos que la verdadera historia de la llegada de Cristo transforme nuestros corazones. Cada día haremos una pausa, leeremos las Escrituras, reflexionaremos a la luz del evangelio y nos prepararemos no solo para una celebración, sino para el Dios extraordinario que lo cambia todo.
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Nos gustaría agradecer a Calvary Chapel Ft. Lauderdale por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: resources.calvaryftl.org/espanol
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