Una Navidad ExtraordinariaMuestra

Guiados por la Luz
Por Danny Saavedra
“De día, el Señor iba al frente de ellos en una columna de nube para indicarles el camino; de noche, los alumbraba con una columna de fuego. De ese modo, podían viajar de día y de noche. Jamás la columna de nube dejaba de guiar al pueblo durante el día ni la columna de fuego durante la noche.”—Éxodo 13:21–22 (NVI)
Cuando pensamos en el Éxodo, muchas veces imaginamos libertad. Vemos plagas, aguas divididas y el momento dramático en que Dios liberó a su pueblo de Egipto. Pero la liberación solo fue el comienzo. ¿Qué pasa después de que somos libres? ¿A dónde vamos cuando las cadenas caen, pero el camino adelante se siente incierto? Israel no solo necesitaba ser liberado; necesitaba dirección.
Así que Dios los guió... no desde lejos, sino de cerca. Una columna de nube los guiaba de día; una columna de fuego los guiaba de noche. Su presencia no era abstracta ni simbólica; era visible, constante y cercana. Esa luz no solo les mostraba por dónde caminar; les mostraba que no caminaban solos.
Durante cuarenta años, a través de desiertos, dudas y desvíos, el Señor nunca quitó su presencia. El fuego era su brújula, su seguridad, su calor y su consuelo. El mismo Dios que los liberó fue fiel para guiarlos. Pero incluso con la luz delante de sus ojos, seguían desviándose. Se quejaron, hicieron ídolos y se alejaron del mismo que los rescató. Sus cuerpos eran libres, pero sus corazones seguían encadenados porque todavía eran esclavos del pecado. Esto continuaría por siglos porque el Éxodo en realidad no era el final de la historia. Cada paso por el desierto era una señal de la liberación más grande que vendría.
Así como Dios una vez guió a su pueblo por la noche con fuego, después iluminó los cielos con una estrella y guió a dos grupos únicos hacia Él. Un grupo eran los magos que vinieron del Oriente. Ellos eran gentiles, probablemente de Babilonia, otro Egipto en la historia de Israel. El otro grupo eran pastores. Ellos eran judíos, pero eran pobres y marginados, como los esclavos que sus antepasados fueron alguna vez. Aunque ellos proveían los sacrificios para el templo, no se les permitía entrar al templo para adorar.
Aun así, Dios llamó a ambos con luz ardiente y proclamación angelical para presenciar el nacimiento de su Hijo y adorar a sus pies. Al hacer esto, declaró que su redención no era solo para una nación, sino para todos. Él vino por Israel y por Egipto, por Babilonia y Roma y Samaria y América y cada nación en la tierra. Él vino por hombres y mujeres, esclavos y libres, ricos y pobres... para hacernos una sola familia, un solo pueblo que lleva su nombre para siempre.
Y ahora, habiéndonos liberado de la esclavitud del pecado, habiéndonos salvado de la muerte y el infierno, habiéndonos adoptado como sus hijos de luz, Dios nos llama a vivir como hijos de luz (Efesios 5:8). Y cuando lo hacemos, cuando seguimos y vivimos como Jesús, Filipenses 2:15–16 (NVI) dice que seremos “hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada” que “brillan como estrellas en el mundo, manteniendo en alto la palabra de vida.”
Ponlo en Práctica – Sirve
Hacer del servicio un hábito diario puede ser encontrar maneras de amar a las personas a tu alrededor de forma sencilla, práctica y constante. ¡Cuando sirves a otros, también estás sirviendo a Dios! Hoy, pon en práctica el servicio ofreciendo una mano amiga a un amigo, compañero de cuarto, familiar, vecino o incluso a un desconocido.
Para la Familia
Idea Principal: Dios no solo nos guía con su luz; nos llama a llevarla a otros.
Pregunten Juntos:
- ¿Cómo puede nuestra familia ser una luz que guíe a otros hacia Jesús esta semana?
- ¿Cómo te muestra Dios el camino correcto o te ayuda a tomar buenas decisiones?
Oración
Padre nuestro que estás en el cielo, gracias por ser el mismo Dios que guió a tu pueblo por el desierto y que ahora me guía a mí por tu Espíritu. Tú iluminaste el cielo para que pastores y sabios encontrarán a Jesús, y has puesto esa misma luz dentro de mí. Ayúdame a vivir como un hijo de luz, a aferrarme a tu Palabra y a brillar entre los demás como una estrella en el cielo para tu Reino y tu gloria. En el nombre de Jesús. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan

Este devocional navideño de 25 días te invita a un viaje desde la esperanza hasta el Mesías, mientras dejamos que la verdadera historia de la llegada de Cristo transforme nuestros corazones. Cada día haremos una pausa, leeremos las Escrituras, reflexionaremos a la luz del evangelio y nos prepararemos no solo para una celebración, sino para el Dios extraordinario que lo cambia todo.
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Nos gustaría agradecer a Calvary Chapel Ft. Lauderdale por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: resources.calvaryftl.org/espanol
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