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Mas Amando a Dios con la MenteMuestra

Mas Amando a Dios con la Mente

DÍA 3 DE 12

La revelación es comunicación

Cuando reconocemos la inspiración de las Escrituras, afirmamos varias verdades importantes.

Primero, la Escritura es un acto de comunicación, y esto implica inteligencia. La inteligencia requiere una mente. Aprendemos de la Biblia que Dios es un pensador. Lo entiende todo. Él interpreta y evalúa todas las cosas dentro de su reino. Dios es el estándar y criterio para todo pensamiento y comportamiento.

Dios es el rey supremamente inteligente. También es el arquitecto, economista y filósofo de la creación. Él es el experto divino en cada uno de estos campos, y en cualquier otro que podamos nombrar. Él es nuestro genio trascendente, virtuoso y cerebro. Es el máximo especialista en todo tipo de conocimiento. Comprende en profundidad y amplitud cada ámbito de experiencia en cada idioma y en cada nivel de desarrollo.

En segundo lugar, Dios creó un mundo que es comprensible y está sujeto a análisis. Es manejable y capaz de desarrollarse. El científico, matemático y artesano trascendente lo diseñó y construyó. De hecho, el mundo fue hecho para pensadores, porque una gran mente lo creó. Es el producto de un Dios conocedor y un Dios que es conocible.

En tercer lugar, la Biblia muestra que los seres humanos son creados a su imagen. Él es un pensador y nosotros también. Podemos entender su revelación para nosotros. Dios hizo seres sintientes con curiosidad intelectual, imaginación y aspiración a la sabiduría. La mayordomía de Adán y Eva (Génesis 1:26) era inconcebible sin usar las habilidades cognitivas que Dios les dio y modeló para ellos. De la misma manera, debemos desarrollar y usar nuestras habilidades intelectuales para servir a Dios y bendecir a los demás.

La Biblia enseña que Adán y Eva fueron comisionados para imitar al creador como aprendices de gobernantes, constructores, benefactores y pensadores. Por esta razón, quizás el mayor regalo que Dios nos dio como imagen de Dios es nuestra mente.

Nuestra doctrina de las Escrituras, por lo tanto, presume que poseemos la capacidad intelectual para escuchar y comprender la revelación. Esto supone que el comunicador divino existe y no está en silencio. Esta doctrina también supone que debemos escuchar y obedecer.

De hecho, debemos aprender de Dios a ser buenos mayordomos, porque él es el maestro divino. El mundo entero y nosotros mismos somos el aula. Debemos escuchar su voz en la creación, y especialmente, a través de su Palabra.

Acerca de este Plan

Mas Amando a Dios con la Mente

"AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU MENTE, Y CON TODA TU FUERZA". Jesús citó Deuteronomio 6:5 con respecto al "mandamiento más importante". Este es el segundo plan de una serie en la que aprenderás qué es amar a Dios con la mente por qué esto es tan importante y cómo hacerlo mejor.

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Nos gustaría agradecer a Richard Smith por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.centrokuyper.com