Mas Amando a Dios con la MenteMuestra

Una iglesia "SMART"

Hoy, tenemos dispositivos SMART con tecnología de informes y análisis de autocontrol. Nos alerta cuando surgen problemas y cuando se están llevando a cabo procesos dañinos en teléfonos celulares y computadoras.

Supongamos que pensamos en la tecnología SMART como una metáfora y la aplicamos a la iglesia evangélica. Una iglesia SMART estaría altamente interconectada y sumamente consciente de sí misma. Poseería una infraestructura de múltiples capacidades y un potencial de aplicación infinito. Hagamos un pequeño experimento mental e imaginemos lo que esto podría significar.

La capacidad de autocontrol, análisis e informes de la iglesia SMART examinaría el pensamiento y la práctica de la iglesia y advertiría rápidamente de cualquier crisis o aplicación inapropiada. Negativamente, la iglesia abordaría rápidamente la mala praxis y el fracaso moral, como el abuso de poder, la conducta sexual inapropiada, la colaboración política imprudente o la falta de transparencia financiera. También discerniría y abordaría errores doctrinales fatales y se mezclaría con aspectos dañinos de las culturas y cosmovisiones locales ("virus").

Positivamente, la iglesia SMART se conectaría con su contexto social y la comunidad cristiana global. Comprendería profundamente el entorno cultural en el que reside. Se vincularía con creyentes de todo el mundo y aprendería de ellos. Conocería su pasado: credos, desarrollo teológico y momentos clave en la historia de la iglesia.

La iglesia SMART sería un lugar para pensadores. Los creyentes amarían a Dios en todas las dimensiones: corazón, mente, alma y fuerza (Marcos 12:30). Hombres de negocios, artistas, académicos, escritores, técnicos y científicos crecerían en conocimiento y sabiduría. Discernirían cómo vivir "en" el mundo pero no convertirse en "parte de" él.

La iglesia SMART funcionaría como un centro de aprendizaje cuyos miembros poseen curiosidad intelectual. Los creyentes SMART serían lectores debido a su hambre de aprender sobre la Palabra de Dios y su mundo. Estudiarían la Biblia y los principios básicos de la teología. Entenderían la depravación humana y la gracia divina. Se involucrarían en sus culturas de manera creativa y compasiva, pero también de manera crítica y apologética.

Necesitamos iglesias SMART hoy.