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30 Días en Los Salmos

DÍA 9 DE 30

Día 9: Salmo 51

El título del Salmo 51, que es su primer versículo en el hebreo, nos dice que esta oración se asocia con el arrepentimiento y la confesión de David después de un pecado grave. En 2 Samuel 11, David usa ilegítimamente su poder real para tomar algo que quiere, algo que no le pertenece. Se aprovecha de Betsabé, la esposa de uno de sus soldados, y después arregla el asesinato del esposo para ocultar el abuso sexual. En 2 Samuel 12, Natán el profeta confronta al rey con una parábola dramática, presentada como un espejo en el cual el rey puede ver y reconocer su propio pecado. David reconoce y admite sus malos actos, se arrepiente y confiesa. El Salmo 51 expresa esa confesión y su petición por el perdón y la restauración de Dios.

Esta oración franca y honesta nos ofrece un patrón probado para la comunicación con Dios en esos momentos cuando el pecado ha hecho pedazos nuestra capacidad de morar en la presencia de un Dios santo. Esta oración se arraiga en dos cosas: un reconocimiento claro de la gravedad del pecado y una confianza profunda en la compasión y el amor de Dios, quien anhela la restauración de la relación.

En primer lugar, David no ofrece ninguna excusa ni intenta minimizar la gravedad de sus ofensas. Observa el lenguaje claro y honesto con el que describe sus acciones: pecados (vv. 1, 2, 4, 7), culpa (vv. 2, 9), rebelión (v. 3), algo malo ante los ojos de Dios (v. 4) y derramamiento de sangre (v. 14). Reconoce que sus acciones terribles, aunque causaron un daño horrible a otras personas (Betsabé, Urías), eran en su esencia una ofensa contra Dios mismo (v. 4). También reconoce su incapacidad e reparar la brecha que su pecado ha creado entre él y Dios; solo el Señor puede hacer lo que es necesario. Así que David clama: ¡Ten misericordia de mí! ¡Lávame! ¡Purifícame! ¡Restaura mi gozo! ¡Crea en mí un corazón limpio! ¡Perdóname! ¡No me alejes de tu presencia! ¡No quites tu Espíritu Santo de mí!

David puede hacer esta oración humilde de confesión y esta petición audaz por el perdón porque conoce al Dios que está presto para perdonar. Dirige su confesión y petición al Dios cuyo amor y compasión son vastos y persistentes (v. 1), que juzga con justicia (v. 4), y que restaura a los pecadores arrepentidos (vv. 12–19).

Si el pecado ha erigido una barrera entre tú y el Dios santo que te ama, ¡hoy es un buen día para orar la oración de arrepentimiento y confesión de David!

Escrituras

Acerca de este Plan

30 Días en Los Salmos

La mayoría de las Escrituras son la palabra de Dios dada a los seres humanos, pero el Libro de los Salmos registra palabras humanas dirigidas a Dios. Estas oraciones y canciones muestran a personas de fe decididas a mantenerse conectadas a Dios sin importar sus circunstancias. La confesión, el lamento, el ruego, la acción de gracias, la alabanza—todos los elementos de nuestra relación con Dios están presentes. Los 150 salmos se dividen en cinco “libros”; durante estos 30 días, vamos a contemplar y orar seis salmos de cada libro. Todos dirigirán nuestra mirada al Dios que nos ama.

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Nos gustaría agradecer a One Mission Society por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: onemissionsociety.org