30 Días en Los SalmosMuestra

Día 8: Salmo 46
Al igual que los Salmos 42 y 43, el Salmo 46 es una oración llena de fe y esperanza, levantada en medio de situaciones que producen ansiedad. Esta vez la oración no es ofrecida por un individuo sino por todo el pueblo de Dios. El salmo abre con una declaración firme, como si la comunidad de adoradores plantara los pies con firmeza para declarar: No temeremos (v. 2).
Los adoradores contemplan dos tipos de escenarios posible que podrían sacudir su confianza en Dios. Ambos parecen ser cuestiones reales, no hipotéticas, que ellos están enfrentando. Primero: Está la experiencia inquietante de los desastres naturales—la tierra cambia (como en el calentamiento global), los montes tiemblan y se sacuden (como terremotos), y el mar ruge y espumea (que nos hace pensar en huracanes y tsunamis). Aunque estas cosas atemorizantes suceden o pueden suceder, el pueblo de Dios declara: No temeremos, porque Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, una ayuda probada en medio de los problemas y la turbulencia (vv.1–3).
El otro escenario que produce ansiedad y que afecta a estos adoradores es el tumulto geo-político. Las naciones están en caos, los reinos tambalean (v. 6ª). Los titulares están inundados con noticias de desastres y turbulencia, a nivel nacional y global, y las voces que cuentan estas nuevas son chillantes y alarmistas. En medio de ese contexto, estos adoradores eligen una senda diferente. Quitan la vista del caos y concentran su atención en el Señor. Esto permite que declaren con confianza: El Señor de los ejércitos celestiales está aquí en medio nuestro; el Dios de Israel es nuestra fortaleza (vv. 7, 11). Esa redirección de su visión y el acto de silenciar las voces bulliciosas que claman por su atención permite que este pueblo orador oiga la respuesta de Dios a su oración. ¡Estad quietos!, él les susurra. Estad quietos y sepan que yo soy Dios (v. 10). Dios recuerda a su pueblo orador que no importa cuán caóticos sean los escenarios contemporáneos, el capítulo final ya se ha escrito: Seré honrado por cada nación; seré honrado en toda la tierra.
Hoy es un buen día para pararte con confianza en medio de cualquier circunstancia que amenace con sumergirte en ansiedad, para declarar con el salmista: No temeré, porque Dios está conmigo. Me quedaré quieto en su presencia, porque él es mi fortaleza y el que me rescata.
Escrituras
Acerca de este Plan

La mayoría de las Escrituras son la palabra de Dios dada a los seres humanos, pero el Libro de los Salmos registra palabras humanas dirigidas a Dios. Estas oraciones y canciones muestran a personas de fe decididas a mantenerse conectadas a Dios sin importar sus circunstancias. La confesión, el lamento, el ruego, la acción de gracias, la alabanza—todos los elementos de nuestra relación con Dios están presentes. Los 150 salmos se dividen en cinco “libros”; durante estos 30 días, vamos a contemplar y orar seis salmos de cada libro. Todos dirigirán nuestra mirada al Dios que nos ama.
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Nos gustaría agradecer a One Mission Society por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: onemissionsociety.org
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