Todo Es en Él: 30 Días Redescubriendo Su Centralidad, Universalidad Y SupremacíaMuestra

Día 3 – Cristo, fundamento único

Toda construcción depende de su fundamento. Una casa puede tener un diseño moderno, paredes firmes y adornos hermosos, pero si está edificada sobre arena, tarde o temprano se derrumbará. Jesús mismo lo advirtió: la diferencia entre el sabio y el necio no está en escuchar la Palabra, sino en ponerla por obra y edificar sobre la roca (Mt 7:24–27).

Pablo afirma con claridad: “nadie puede poner otro fundamento que Jesucristo” (1 Co 3:11). Esto significa que el cristianismo no se edifica sobre tradiciones humanas, filosofías pasajeras, emociones cambiantes ni estrategias ministeriales. El único fundamento eterno es Cristo.

Edificar sobre Cristo implica reconocerlo no solo como Salvador, sino como Señor y centro absoluto. Es dejar de buscar seguridad en nuestros logros, dones o ministerios, y abrazar la realidad de que nuestra vida, nuestra fe y nuestra esperanza descansan únicamente en Él.

Cuando Cristo es el fundamento, la iglesia se convierte en un edificio vivo donde Dios habita por su Espíritu (Ef 2:21–22). Pero cuando el fundamento es reemplazado por la autoexaltación, los números o los proyectos humanos, el resultado es un edificio frágil que no resistirá la prueba.

Pedro lo llama “la piedra viva” y “escogida” (1 Pe 2:4–6). Para algunos, esa piedra será tropiezo; para otros, será el cimiento firme que sostiene la vida. No hay punto medio: o edificamos sobre Cristo, o edificamos sobre arena. Y todo lo que no esté cimentado en Él será sacudido y caerá.

El eterno propósito de Dios no se cumplirá en base a nuestras estructuras, sino en base a Cristo. Él es el principio, el medio y el fin. Si Él es el fundamento de tu vida, ninguna tormenta podrá derribarte.

Oración

Señor Jesús, quiero edificar mi vida solo sobre ti. Perdóname cuando he intentado poner mi seguridad en logros, emociones o en mí mismo. Sé la roca firme de mi fe. Haz que todo en mí se sostenga y se ordene en tu persona. Amén.

Acción del día

Escribí en un papel o en tu diario espiritual:
“Cristo es mi único fundamento.”
Colocá debajo las áreas de tu vida (familia, trabajo, ministerio, relaciones) y preguntate: ¿están verdaderamente edificadas sobre Cristo o sobre mi propia fuerza?