Todo Es en Él: 30 Días Redescubriendo Su Centralidad, Universalidad Y SupremacíaMuestra

Día 5 – Cristo, centro de la predicación
La predicación cristiana no es un espacio para exhibir habilidades retóricas, motivar a la gente con frases bonitas ni entretener con historias inspiradoras. El ministerio apostólico de Pablo nos muestra con claridad que la esencia de la predicación es una sola: Cristo, y este crucificado.
Pablo no predicaba un mensaje de autoayuda ni buscaba agradar a los oyentes con discursos persuasivos. Él mismo dice que no quiso saber “cosa alguna” fuera de Cristo. Esto no significa que ignoraba otras realidades, sino que todo lo interpretaba, lo anunciaba y lo enseñaba desde Cristo como centro.
En el primer siglo, el evangelio se expandió porque los discípulos predicaban a una persona viva, no un sistema religioso. Felipe en Samaria “les predicaba a Cristo” (Hch 8:5). La Iglesia primitiva no se enfocaba en técnicas de oratoria, sino en dar a conocer al Hijo de Dios.
Predicar a Cristo crucificado es confrontar el orgullo humano con la realidad de la gracia. La cruz es escándalo para los que confían en su sabiduría y locura para los que buscan poder humano (1 Co 1:23). Pero es justamente allí, en el lugar de debilidad y humillación, donde se revela la sabiduría y el poder de Dios.
La centralidad de Cristo en la predicación no es opcional; es el corazón mismo del evangelio. Cuando predicamos cualquier otra cosa en lugar de Cristo, estamos edificando sobre arena. Pero cuando proclamamos al Hijo, el Espíritu mismo respalda la Palabra con poder, porque el testimonio del Padre es dar gloria a su Hijo.
“Anunciamos a Cristo” (Col 1:28) debe ser el resumen de todo mensaje que damos. No predicamos moralismo, ni religión, ni sueños personales: predicamos a una persona, a Cristo en su plenitud.
Oración
Señor, guárdame de usar tu Palabra para mis propios intereses. Que cada vez que hable, enseñe o comparta, mi mensaje no sea otro que tú mismo, Jesús, y tu cruz. Hazme fiel a tu evangelio, y que mi boca anuncie siempre tu nombre. Amén.
Acción del día
Hoy compartí un versículo que hable de Cristo con alguien (puede ser en persona, por mensaje o en tus redes). No intentes adornarlo ni explicarlo demasiado: simplemente dejá que la Palabra presente a Jesús.
Acerca de este Plan

Este plan de 30 días te llevará a contemplar la centralidad, universalidad y supremacía de Cristo. Desde la cruz que desactiva el yo, hasta la visión final donde Él será todo en todos, descubrirás cómo Jesús es el centro de la vida, la luz de las naciones y el Señor exaltado sobre todo nombre. Cada día incluye un devocional, oración y acción práctica para rendir tu vida al señorío de Cristo y vivir en la plenitud de su gloria.
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Nos gustaría agradecer a Yonathan Lara por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.enotraforma.org









