Cantando a través de la oscuridad

Pero a la medianoche Pablo y Silas estaban orando y cantando himnos a Dios, y los presos los escuchaban. (Hechos 16:25 NVI)

El mundo observa con gran interés cuando un cristiano se enfrenta a la adversidad. Cada uno de nosotros enfrenta dificultades. Cada uno de nosotros pierde seres queridos. Cada uno de nosotros se enfrenta a la enfermedad. Cada uno de nosotros enfrenta dificultades y dificultades en la vida. Pero cuando les sucede a los cristianos, los no creyentes observan para ver si nuestra fe es genuina. Ese es el momento de mostrarles lo que Cristo puede hacer, incluso en tiempos difíciles.

Hechos 16 cuenta la historia de Pablo y Silas, quienes fueron encarcelados por predicar el evangelio. Les habían desgarrado la espalda con un látigo y, a medianoche, en las condiciones más insalubres, en un ambiente inmundo, con las piernas abiertas con grilletes que les causaban un dolor insoportable, Pablo y Silas celebraron un servicio de adoración. La Biblia nos dice que “a medianoche, Pablo y Silas estaban orando y cantando himnos a Dios” (versículo 25 NKJV). De repente, un terremoto sacudió la prisión, se les cayeron los grilletes, se derrumbaron los muros y pudieron irse.

El carcelero de Filipos, suponiendo que estuvieran libres, sabía que lo torturarían y luego lo matarían. Sacó su propia espada y estaba listo para suicidarse. Pero Pablo dijo: “No te hagas daño, porque todos estamos aquí” (versículo 28 NVI).

Entonces el carcelero dijo: “Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?” (versículo 30 NVI). Pablo y Silas tuvieron un impacto en él.

De la misma manera, hay gente observándote ahora mismo. Están desarrollando una opinión acerca de Dios sobre la base de tu vida. Se ha dicho que un cristiano es una epístola, escrita por Dios y leída por el hombre. Eres la única Biblia que algunas personas leerán. Te estarán mirando y eso puede determinar el curso que tomarán sus vidas.

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