En el lugar secreto

El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente. (Salmo 91:1 NVI).

Cuando eras niño, ¿alguna vez tuviste un escondite, un lugar al que correrías cuando tuvieras miedo o quisieras estar solo? Dios quiere ser tu escondite. La buena noticia es que puedes retirarte a este escondite estés donde estés.

El Salmo 91:1 nos dice: “El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Todopoderoso” (NKJV).

Vale la pena señalar que las bendiciones prometidas en este Salmo no son para cualquiera. Se dan específicamente a los creyentes, y no solo a los creyentes en general, sino a los creyentes que cumplen específicamente con los requisitos establecidos en él. El Salmo 91 está lleno de promesas condicionales. Dios promete hacer ciertas cosas por nosotros, dependiendo de que hagamos ciertas cosas que se requieren de nosotros en este Salmo.

Tenemos una relación con Dios porque hemos puesto nuestra fe en Jesucristo y nos hemos apartado de nuestro pecado. Pero, ¿estamos viviendo en constante comunión y compañerismo con Dios? Eso es muy importante. Muchas personas no lo son. No están morando consistentemente con Dios. Pero el Señor quiere que habites en el lugar secreto del Altísimo.

Él quiere que seas como María, quien se sentó a los pies del Señor cuando vino a visitar su casa en Betania. Hay un tiempo para el ajetreo. Hay un tiempo para el trabajo. Y también hay un tiempo para adorar. Desafortunadamente, a veces sustituimos la transpiración por la inspiración y el trabajo por la adoración.

Si haces eso, solo será cuestión de tiempo hasta que te quemes espiritualmente. No puedes dar más de lo que recibes. Necesitas vivir en comunión con Él. Necesitas morar en el lugar secreto del Altísimo.

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