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Adelante Con La Misión

DÍA 8 DE 8

Adelante con la Gran Comisión, desde Lausana 1974 a Seúl 2024

Lectura bíblica: “…habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró” (Mt. 13:46). “Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor" (Mt. 25:23).

Al comparar la parábola de la perla de gran valor con la de los talentos, se puede sacar dos conclusiones sencillas. Primero, asignar valor a una perla preciosa como es el Evangelio representa una simple fidelidad (“fiel sobre poco”), similar a la que es manifestada por el buen siervo fiel. Cuanto más entendemos el valor y la grandeza del Evangelio, más fácil será darle el lugar central en nuestras vidas y en todos nuestros proyectos. Además, si una perla como el Evangelio está puesta en el centro de la vida de un creyente y de la iglesia, no puede quedarse enterrada como una memoria del pasado, sino que constituirá el eje de toda actividad, la chispa de cada ocasión, la sal de cada contexto.

El Pacto de Lausana es una reflexión significativa del Evangelio. Establece una respuesta adecuada al llamamiento del Dios misionero, una sumisión inequívoca a la Palabra de Dios, con el objetivo de proclamar que “en ningún otro hay salvación”, si no es en Jesucristo. Y si le reconocemos como “Señor” de nuestras acciones y, también, como “Salvador” de todo nuestro ser, entonces vamos a querer pasar el relevo del Evangelio, llevándolo hasta lo último de la Tierra y a todas las esferas de la vida.

Al darnos cuenta de cuán valioso es el Pacto de Lausana, nos resultará natural (“fiel sobre poco”) colocarlo en el centro de nuestra vida espiritual. Pero, aún en esto los evangélicos necesitamos discernimiento, fidelidad y perseverancia. ¿Seremos siervos buenos y fieles? ¿Vamos a ser capaces de encarnar la misión integral que el Pacto afirma?

Por la gracia de Dios, la trayectoria que se ha seguido hasta aquí, con el Manifiesto de Manila (1989) y el Compromiso de Ciudad del Cabo (2010) ha dado testimonio de cierta fidelidad, pero nuestro deseo y oración, también con miras a la próxima cita en Seúl (2024), es que esta herencia espiritual pueda proseguir en su totalidad para la gloria de Dios y el progreso de la Iglesia en el siglo XXI.

Acción de gracias

Damos gracias a Dios por el don del Pacto de Lausana, sin lugar a duda el documento evangélico más importante del último siglo. Damos gracias al Señor por el movimiento que ha surgido del Congreso de Lausana, y por las declaraciones que resultaron de los congresos de Manila y Ciudad del Cabo a la postre. Damos gracias a Dios por la Alianza Evangélica que, desde 1846, ha encarnado el mismo espíritu de colaboración evangélica.

Confesión

Pedimos perdón por no haber valorado el don del Pacto de Lausana, por miopía o superficialidad. Pedimos perdón por haber olvidado u omitido algunos de sus elementos, interpretando el testimonio evangélico sin integridad.

Peticiones

Clamemos al Señor por el congreso en Seúl, para que sea la ocasión para una renovada fidelidad al Evangelio y un nuevo vigor misionero.

Pedimos que el Señor conceda discernimiento, guía y sabiduría a toda la Iglesia y a movimientos globales como la Alianza Evangélica

(Giacomo Ciccone, presidente de la Alianza Evangélica Italiana)

Escritura

Día 7

Acerca de este Plan

Adelante Con La Misión

Devocional de 8 días que trata diferentes temas de la misión desde el encuentro de Lausana en 1974 hasta nuestros días. Este devocional ha sido elaborado por la Alianza Evangélica Italiana y subido por Israel Montes, presidente del grupo de Oración de la Alianza Evangélica Española, como guía de la Semana Universal de Oración (SUO).

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Nos gustaría agradecer a Israel Montes por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.alianzaevangelica.es/