Adelante Con La MisiónMuestra

Celebrando el Dios Trino (art.1)

Lectura bíblica: “Por lo tanto, id y hacer discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo…” (Mt. 28:19)

La Fe Trinitaria. Al igual que los credos de la iglesia primitiva, fieles a la Palabra de Dios, el Pacto de Lausana comienza con un artículo que resume la misión como el plan del Dios trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Lausana no es el portavoz de un nuevo movimiento religioso, sino de la fe bíblica, apostólica e histórica del cristianismo – “…que ha sido una vez dada a los santos.” (Judas 1:3), y arraigada en la profesión de fe trinitaria. El compromiso con la misión está vinculado orgánicamente a la confesión común en Dios el Padre, Creador del cielo y la tierra; en Dios el Hijo encarnado en la persona de Jesucristo, verdadero hombre y Dios, el Salvador y Señor del mundo; en Dios el Espíritu Santo, quien da vida, la sostiene y la regenera. Lejos de ser una mera “actividad”, desconectada de los compromisos de fe, la misión es una parte integral de la fe cristiana que reconoce que Dios es Aquel que se ha revelado en las Sagradas Escrituras. Si la misión no surge de esto, puede que resulte en un deseo de dinamismo religioso, o un proyecto humanitario, pero no es la misión cristiana.

La misión nutrida por la Fe Trinitaria. ¿Cómo se expresa la misión que surge de la fe trinitaria? En primer lugar, es una respuesta fiel y obediente a la misión de Dios para con el mundo. Antes de ser misioneros nosotros, Dios es misionero; es el Padre que amó tanto al mundo que dio a su Hijo para que todo aquel que cree pueda formar parte de su pueblo, mediante el poder del Espíritu Santo. Por lo tanto, los que creen en Él no pueden menos que responder a su misión de manera misionera. La misión de Dios precede, activa y dirige la nuestra. En segundo lugar, mientras la misión es una respuesta personal, está siempre conectada con el pueblo de Dios. No hay tal cosa como ‘autónomos’ en la misión, o personas que funcionan en solitario: todos nosotros respondemos a la misión de Dios como miembros de una familia, y lo hacemos siendo parte de un pueblo. De la misma manera que la misión del Hijo no es en solitario, sin el conocimiento del Padre y del Espíritu Santo, así también la misión de la Iglesia, alimentada por la fe trinitaria es siempre una acción eclesial colectiva en la cual todos los creyentes participan como miembros del único pueblo de Dios.

Acción de Gracias

Gracias, Dios Trino, por ser el Dios misionero que precede, dirige y sostiene nuestra obra misionera, corrigiéndonos si nos desviamos de la dirección que tú has marcado. Gracias por ser el fiador final de la misión.

Confesión

Te pedimos perdón por las veces que no hacemos caso al llamamiento a responder al Dios misionero, debido a nuestro compromiso tibio, intermitente y apático; o cuando nos mueve el deseo de “hacer algo” sin reconocer nuestra dependencia del Dios trino.

Peticiones

Que nuestra misión no sea anónima, sino lleve la impronta de Dios el Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Que, en nuestro mundo donde tantas personas tienen su propia misión, la nuestra te honre a Ti y Te obedezca, de tal forma que la gente crea en Jesucristo y se salve.

(Leonardo De Chirico, Comisión de Teología y Diálogo de la Alianza Evangélica Italiana)