Una guía de oración de 7 díasMuestra

¿Funciona la oración?

La oración, aunque a menudo es agotadora e incluso una agonía, es a largo plazo la mayor fuente de poder posible. -Timothy Keller

La gente suele decir: “Dios no respondió a mi oración”. En realidad, Dios sí responde a cada oración que hacemos. A veces dice: “Sí”,, a veces dice: “No” y otras veces dice: “Espera”. Pero, cuando no obtenemos respuesta a nuestras oraciones según nuestros deseos, asumimos que “Él no respondió a nuestra oración”.

Este patrón de pensamiento tiende a ser muy egoísta y, sin embargo, si somos todos honestos, probablemente hayamos tenido este pensamiento en algún momento de nuestras vidas. Le pedimos a Dios que hiciera este bien por nosotros. Cuando no sucedió, nos quedamos con el corazón herido porque confiamos en Dios. Y eso es sencillamente difícil de aceptar.

Pero no podemos permitir que nuestro desánimo con nuestros planes incumplidos nos haga dudar del Dios que creó el mundo. Cuando llegamos a un lugar donde realmente creemos que Dios tiene en mente nuestros mejores intereses, surge una paz. A menudo, sus respuestas “no” son para protegernos.

Cuando no obtenemos la respuesta que deseamos de Dios, en lugar de que la primera respuesta sea “¿Por qué permitiste que esto sucediera?” comencemos a preguntar: “¿Cómo te va? ¿usar esto?” Cambiemos nuestro “por qué” a “cómo”. Ajustar nuestra visión de Dios que lo muestra como mezquino y reservado, a un Dios Quien quiera lo mejor para nosotros ciertamente nos cambiará desde adentro hacia afuera.

Entonces, ¿la oración funciona?

Bueno, si nuestra definición de oración es que decimos una oración y le pedimos a Dios que nos conceda algo que estamos pidiendo y Él no lo hace, entonces no, la oración no funciona. Pero, si vemos la oración como una conversación continua y bidireccional con Dios en la que crecemos en nuestra intimidad con Él, entonces sí, la oración funciona. Todo depende de nuestra definición.

Al cerrar este plan de lectura, que estemos más cerca de Dios que antes. Alguien dijo una vez: “Cuando la vida sea difícil, ore. Cuando la vida es grandiosa, ora”. Y recordemos que el objetivo de la oración no es parecer extra espiritual en una reunión de oración o adquirir todas las posesiones materiales que deseamos. El objetivo es una relación íntima con Dios.

Entonces, sigamos orando: en los días bonitos, en los días feos, en los días gloriosos y en los días melancólicos. Porque Él siempre está ahí; más cerca de nosotros que nuestro aliento.

Reflexionar

• ¿Alguna vez has preguntado: “¿Dios no respondió mi oración?” Comparte esa experiencia.
• Dedica algún tiempo a pedirle a Dios que te revele su verdad con respecto a esa experiencia.
• Escribe cualquier revelación que Dios te hable a través de la lectura bíblica o el devocional de hoy.