Esperanza en la oscuridadMuestra

Aceptar

No es negación. Simplemente soy selectivo acerca de la realidad que acepto.

—Bill Watterson, Calvin y Hobbes

A veces, incluso cuando recordamos todo lo que Dios ha hecho por nosotros, eso no cambia nuestras circunstancias. A veces simplemente tenemos que aceptar que está más allá de nuestro entendimiento en este momento y seguir adelante. Pero también debemos darnos cuenta de que aceptación no es negación.

Cuando aceptas lo que Dios está haciendo, no simplemente reprimes tus sentimientos y dejas que tu corazón muera, incluso mientras practicas tu sonrisa frente al espejo y memorizas versículos de la Biblia. Cuando aceptas que Dios está tramando algo que no puedes ver o entender en este momento, no te rindes y te haces el muerto y te resignas a la desesperación. No, sigues orando por un milagro de él a menos que te diga lo contrario. Pero no finjas que todo está bien cuando claramente no lo está.

Habacuc ciertamente no podía fingir y mantener la cabeza bajo tierra. Después de cuestionar a Dios y el Señor respondió diciéndole que iba a usar a los malvados babilonios para destruir a Israel, Habacuc dijo: “Oí y mi corazón latía con fuerza, mis labios temblaban ante el sonido; La corrupción se apoderó de mis huesos y mis piernas temblaron” (Habacuc 3:16 NVI).

Su respuesta es visceral. ¿Conoces esa sensación de hundimiento que siente en el estómago cuando sucede algo malo que está fuera de tu control? Eso es lo que enfrentaba Habacuc.

Cuando Habacuc aceptó la realidad mientras esperaba en Dios, no fue una negación. Fue fe. No fe en que Dios haría lo que Habacuc quería que hiciera. Pero la fe en el carácter de Dios. Habacuc continúa diciendo: “La mano soberana de Dios está haciendo algo aquí. Dios ha hablado, así que aceptaré cualquier cosa que esté haciendo, por más difícil que sea para mí”.

En algún momento sucederá algo que no te gusta. Puede que esté sucediendo ahora mismo.

Recuerdas lo que Dios ha hecho. Aceptas lo que Dios está haciendo. Confías en lo que Dios va a hacer.

Ora: Dios, no entiendo lo que está pasando, pero acepto que, de alguna manera, tú tienes el control.