La Fe Que Agrada a DiosSample

La acción como resultado de la fe.
Hay una cualidad maravillosa sobre la fe que debes saber; y es que no termina en el momento en que reconoces el poder de Dios, sino que se materializa cuando la ejerces en tu vida. Bien hizo Santiago cuando dijo que la fe sin obras es fe muerta en sí misma. Y lo cierto es, que no basta con tener seguridad en Cristo si cuando sales al mundo tienes miedo de moverte, como si Dios no fuera contigo.
Tener fe sin obras es lo mismo que pedirle a Dios que te atrape al lanzarte de un precipicio, y tienes la plena seguridad de que él te va a agarrar, pero nunca te lanzas. ¿Cómo Dios va a tener la oportunidad de atraparte si no estás en el aire? Así funciona la fe sin obras. Quizá, es un ejemplo muy extremo, pero aplícalo a una situación terrenal: le pides a Dios un cambio y no te atreves a salir de tu zona de confort, le pides a Dios que te guíe y no lo escuchas cuando Él te señala el camino, le pides a Dios un nuevo corazón y no dejas de vivir en tus viejas manías... ¿Cómo Dios podría darte lo que pides, si tú no lo dejas?
Cuando realmente tienes certeza de lo que Dios te ha prometido y sabes que lo cumplirá, no tienes por qué tener miedo de actuar en la incertidumbre. Es por eso que tus acciones serán un resultado de tu fe, y no al revés. La fe es lo primero que se planta, como una semilla, pero la acción es lo que detonará que la bendición de Dios se materialice.
En la Biblia, tenemos muchos ejemplos de cómo las personas actuaban como producto de su fe, hoy te enseño dos casos bíblicos para que comprendas la forma en la que Dios quiere que la fe se manifieste en tu vida.
El primero de ellos, y probablemente uno de los más conocidos, es el caso de la mujer del sangrado, que encontramos en Lucas 8:43-48. Se trata de una mujer que padecía un flujo de sangre que no se detenía desde que era muy niña y que, pese a que muchos médicos la habían examinado, nadie parecía poder hallar una cura, ni saber lo que le causaba el sangrado. En el contexto histórico de esta mujer, el sangrado era sinónimo de impureza; una mujer que sangraba no podía acercarse al templo, no tenía posibilidad alguna de hallar un esposo, y se le tenía prohibido agarrar cosas santas.
Pero ella había oído que Jesús era capaz de hacer caminar a cojos, de hacer que los ciegos vieran y que por donde él caminaba los milagros lo seguían. Ella creyó, ahí se cultivó la primera semilla de la fe. Pero no se quedó con eso. Ella lo buscó entre toda una multitud de personas que intentaban alcanzarlo, y luego tocó su manto teniendo la certeza de que con sólo tocarlo ella se sanaría. Lo tocó, sabiendo que el mundo le decía que las cosas santas estaban fuera de su alcance... decidió actuar, porque creyó más en Jesús que en lo que le dijera el mundo. Y es ahí cuando germina la fe, cuando decide tomar acción por lo que cree.
¿Sabes qué le dijo Jesús cuando supo que ella había tocado su manto para sanarse? Él le dijo: “Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz".
Otro caso bíblico que vale la pena explorar es el del hombre paralítico al que Jesús sana en Lucas 5:17-26. Este hombre no podía caminar para llegar a Jesús, pero tenía unos amigos increíbles, que no solo querían que se sanara, sino que tenían una fe que atraviesa paredes. Sabían que Jesús podía sanar a su amigo, pero como no encontraban una forma de llegar a él por la puerta, subieron a su amigo al tejado de la casa y de ahí lo bajaron hasta que Jesús pudiera verlo.
No solo colocaron su fe por encima de las circunstancias, sino que estuvieron dispuestos a hacer todo lo que fuera necesario para facilitar el milagro de Jesús. Ahí es cuando Jesús le dice que se levante y camine, y el hombre comienza a caminar, sabiendo que basta una sola palabra de Jesús.
No es que Dios no conozca tu necesidad, o que no te haya oído cuando le pides en oración, sino que también necesitas actuar como si ya lo hubieras recibido. Muévete, actúa, porque la fe no es un sentimiento, es una decisión.
RETO
Hoy te reto a actuar conforme a lo que le hayas pedido al Señor. Permítele tomar el control de tu situación, déjale espacio para que él pueda hacer tu milagro. Obra conforme a tu fe, y tu fe será recompensada.
About this Plan

La fe es una de las cualidades más importantes para Dios. Como humanos, muchas veces malinterpretamos el significado de la fe o lo reducimos al sentimiento de confianza, pero la fe que agrada a Dios resulta ser más profunda de lo que creemos. Si has estado batallando con tu fe, este devocional es para ti.
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