Jesús sana al paralítico bajado desde el techo

Esta es una historia real sobre cuatro hombres cuya fe impulsó a Jesús a sanar a su amigo paralítico. Es asombroso ver su innovación e ingenio para lograr que su amigo estuviera frente a Jesús. Hay una urgencia particular en la forma en que abren el techo de la casa y lo bajan en su camilla justo delante de Él.

¿Eres parte del “equipo del techo”? ¿Eres de los que levantan a otros que no pueden levantarse por sí mismos debido a circunstancias difíciles, y los llevan a Jesús? Tu intercesión constante por amigos que necesitan un milagro, una sanidad, un avance o una mano amiga, podría marcar toda la diferencia. Muchas veces, la vida nos derriba hasta las rodillas con desesperación y frustración, y la oración parece un sueño distante. En esos momentos, es vital tener amigos que oran y que te sostienen, presentando tus peticiones delante de Dios con valentía y urgencia.

¿Tienes un círculo de amigos que oran, en quienes puedes confiar para que te lleven al trono de Dios cuando no puedes levantarte por ti mismo? Es bueno pedirle a Dios que te bendiga con amigos fieles, que estén dispuestos a caminar contigo a cualquier costo.

Las oraciones que haces desinteresadamente por otros alegran el corazón de tu Padre en el cielo. Él escucha cada palabra, ve cada lágrima y responderá cuando clames, simplemente porque se deleita en tu fe.