Cuando una amistad duele

“Las heridas de un amigo fiel pueden doler, pero también pueden sanar.”

Reflexión:
No todas las amistades son fáciles. A veces los amigos fallan, decepcionan o incluso hieren. Eso puede doler profundamente. Sin embargo, Dios nos invita a discernir, a perdonar y a restaurar nuestras relaciones.

Hay heridas que vienen de la traición, y otras que vienen de la corrección. Debemos aprender a distinguir entre lo que es tóxico y lo que es un acto de amor.

Aplicación práctica:
Piensa en una amistad que hoy te duele. Pregunta a Dios si necesitas perdonar, soltar o buscar reconciliación. Ora por esa persona, aunque sea en silencio.

Oración:
Señor, sana las heridas que me han causado en la amistad. Dame sabiduría para perdonar y fuerza para soltar lo que no me edifica. Enséñame a valorar las correcciones sinceras y a alejarme de lo que no viene de Ti. Amén.