Su yugo es fácil y ligera su carga

Jesús no quiere que vivas una fe pesada, rígida y sin vida. Él no te llamó a un cristianismo lleno de obligaciones vacías, sino a un camino de amor, descanso y gozo. Cuando caminamos con Él, las cargas se sienten más ligeras porque no las llevamos solos; Él camina a nuestro lado y nos sostiene en Su gracia.

Dios nos invita a deleitarnos en Él y a confiarle nuestro camino. Eso significa que no se trata solo de obedecer por obligación, sino de encontrar alegría en Su presencia y descanso en Su cuidado. Dios no busca tus palabras bonitas, tus oraciones perfectas o tus canciones mejor entonadas; Él busca tu voz real, tu corazón sincero y tu deseo de estar con Él.

Hoy termina este plan orando con honestidad: “Señor, no quiero vivir una fe cansada y fría. No quiero obedecerte solo por deber. Quiero amarte con todo mi corazón y disfrutar cada día de Ti. Enséñame a caminar contigo y a encontrar descanso en Tu amor.”

Camina hoy y siempre sabiendo esto: con Él, todo es más ligero, porque Su amor convierte los deberes en deleite, y la obediencia en alegría.

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